El mundo de la Fórmula 1 se ha visto sacudido por la inesperada salida de Christian Horner como jefe principal de Red Bull Racing. Si bien el despido llega tras una serie de malos resultados con el Gran Premio de Gran Bretaña como punto de ruptura definitivo, las versiones sobre una guerra interna en la escudería ya circulaban desde hace meses, por lo que inevitablemente, Checo Pérez ha salido salpicado de este lodazal.
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La repentina decisión desde las altas cúpulas de la empresa de las bebidas energéticas, ha destapado las supuestas verdaderas razones detrás de la salida de Horner, en las que incluso se ve involucrado el piloto mexicano. Y es que según revelaciones del medio alemán Auto Motor und Sport, varias decisiones estratégicas de Horner generaron descontento en la alta dirección de la escudería.
Una de las más polémicas fue la renovación anticipada de Pérez Mendoza en 2024, cuando el tapatío logró un sólido inicio de temporada. Horner aprovechó ese momento para asegurar su continuidad hasta 2026, en busca de estabilizar un poco al equipo, sumido en tensiones internas, como lo era el escándalo del británico por supuesto acoso a una compañera de trabajo.
Sin embargo, el rendimiento del jalisciense de 35 años de edad, decayó drásticamente en la segunda mitad del año, especialmente por los problemas de adaptación al RB20, lo que terminó por agotar la paciencia de directivos del equipo de origen austriaco y le costó el puesto.
Aunque Red Bull decidió rescindir el contrato del mexicano, la escudería se vio obligada a pagarle la totalidad de lo pactado, una situación que no fue bien recibida por los altos mandos. “Estuve cuatro años, pero les cobré seis”, declaró Pérez entre risas en el podcast ‘Desde el Paddock‘, para dejar en claro que su salida no fue económica. Y dar otro golpe que tambaleó a Horner por esa decisión.
Tras la partida de Checo, Horner optó por volver a sus viejas fórmulas y confiar en los jóvenes talentos de la academia Red Bull. Liam Lawson fue el primero en tener la oportunidad de acompañar a Max Verstappen, pero su paso duró apenas dos carreras antes de ser relegado a Racing Bulls.
Luego llegó el turno de Yuki Tsunoda, quien llevaba años esperando su oportunidad en el equipo principal. Sin embargo, el japonés no ha podido revertir la mala racha: acumula cinco Grandes Premios sin sumar puntos, siendo el peor clasificado entre los cuatro pilotos de Red Bull en la parrilla.
Pero lo que terminó por sellar el destino de Horner fue su manera de dirigir el equipo. Según Auto Motor und Sport, el británico se negaba a delegar responsabilidades; concentraba todas las decisiones en sus manos y sin consultar a otros miembros clave del equipo. Esta actitud generó roces con figuras influyentes como Helmut Marko y la familia Verstappen, quienes veían con preocupación el excesivo control que ejercía el británico.
Con la salida del jefe principal, la prensa alemana sugiere que Red Bull busca calmar las aguas internas, especialmente ante el rumor de que Max Verstappen podría aceptar una oferta de Mercedes. La salida de Horner sería un intento por retener al tetracampeón mundial y así evitar que Toto Wolff se lleve a su máxima estrella.
Como sea, el equipo atraviesa el momento más convulso de su joven historia, y mientras busca un reemplazo, la sombra de Verstappen sobre su futuro sigue siendo la gran incógnita. Por ahora, el terremoto en Milton Keynes aún no termina.




