El tiempo le ha dado la razón a Checo Pérez. Durante su etapa final en Red Bull Racing, dio diversos avisos de que el auto no marchaba bien, pero en el tóxico ambiente que rodeaba Milton Keynes, lo ignoraban y culpaban al mexicano por sus malos resultados.
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Ahora, como pieza angular de la naciente escudería Cadillac, Checo ha ventilado más detalles de la ruptura. Tras manejar el Ferrari SF-23 en Imola con miras a la temporada 2026, recordó su salida de la escudería austriaca, donde advirtió al entonces jefe Christian Horner que sus sucesores sufrirían igual.
Solo dos carreras bastaron a Liam Lawson para ser removido como sustituto y actualmente el equipo de las bebidas energéticas enfrenta problemas similares con Yuki Tsunoda.
“Le dije a Christian: ‘muchas gracias por todo, y lo siento por el que vaya a llegar aquí, porque le va a costar muchísimo’. Ahora todo mundo se da cuenta del gran trabajo que hice durante todos estos años y tiene todavía más mérito lo que logré ahí, entonces diría que el golpe más fuerte fue el de McLaren”, dijo el tapatío durante su presentación en evento EXMA.
Checo señaló que ya desde el día 1 sabía su papel como coequipero de Max Verstappen, y que salir de Milton Keynes con una fuerte indemnización fue una buena forma de desvincularse y mantener la mente clara.
“Lo que pasó con Red Bull yo sabía que era lo mejor que me podía haber pasado porque estar en Red Bull en las condiciones en las que estaba fue muy demandante, es un auto muy complejo que exige adaptación constante y desgaste mental, con críticas del equipo y los medios por intereses y políticas internas”, sentenció.

Foto: IG Checo Pérez 


