MARTÍN AVILÉS
Foto: Reuters
Max Verstappen y Checo Pérez se devoraron la pizza y la pasta que Ferrari había preparado para celebrar en Monza. Primo fue el neerlandés el que miró por el espejo retrovisor a los dos autos del Cavallino Rampante y a solo cinco vueltas del final, fue el mexicano quien con un adelantamiento sobre Carlos Sainz, arrebató el segundo lugar al español para completar el despojo de Red Bull a la escudería de casa.
El mexicano no se intimidó ante la euforia de los Tifosi y se quedó con el preciado motín. El piloto de 33 años logró adjudicarse el segundo puesto tal y como lo hizo en 2012, cuando igualmente dejó atrás a un español —Fernando Alonso aquella vez— para conseguir su primer podio. Ahora son 34 los que suma, al completar el ciclo en el Gran Premio de Italia.
“Feliz con el segundo puesto. Todo era paciencia porque no podía atacar a Leclerc porque estaba con DRS detrás de Carlos, es un podio que sabe mucho por todo lo que batallamos. La pelea con Charles (Leclerc) fue muy importante ganarla, con Carlos (Sainz) pensé que sería un poco más fácil porque él no tenía DRS, pero fue muy complicado”, dijo el mexicano tras culminar la carrera.
De esta manera, el mexicano llegó a 219 puntos, 49 unidades por encima de Alonso, quien terminó noveno en Monza. Verstpapen, a su vez, ostenta 354 puntos gracias a su décima victoria consecutiva. Triunfo redondo para Red Bull sobre Ferrari pese a la velocidad mostrada por el equipo de Maranello.
“Fue muy difícil rebasar porque ellos tenían mucha velocidad en las rectas y la mayoría de las veces tenía que frenar en el segundo o tercer punto, no podía acercarme tanto a ellos. La lucha con Carlos fue extrema por todo lo que tuve que desgastar las llantas. Mucha pelea también con Leclerc. Fue una gran batalla y un gran resultado para nosotros con un nuevo podio”, sentenció.
