El Chicago Bears vs Green Bay Packers, el clásico más antiguo de la NFL, vuelve a cargar con el peso del destino de sus protagonistas. En la etapa madura de la temporada 2025, los juegos de sábado arrancan con un platillo de alto voltaje en el Soldier Field, donde estará en juego la cima de la NFC Norte.

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El escenario es inmejorable. Los Bears (10-4) retomaron el liderato divisional tras una contundente victoria 31-3 sobre los Cleveland Browns, mientras que los Packers (9-4-1) llegan tras caer ante los Denver Broncos, en un duelo que puede definir el rumbo de ambos equipos en la postemporada de la NFL.

Para Chicago, una victoria combinada con una derrota de los Detroit Lions les aseguraría su boleto a los Playoffs, coronando una resurrección inesperada luego de haber terminado últimos en la división la temporada pasada. En el caso de Green Bay, incluso con una derrota mantendrían el séptimo puesto de comodín, pero un triunfo les devolvería el control total del Norte.

La historia reciente no favorece a los locales. Desde 2010, los Packers dominan la rivalidad con marca de 27-5 en temporada regular, y solo dos de esas victorias de Chicago ocurrieron en casa. Sin embargo, los Bears confían en el nuevo rumbo bajo el mando de Ben Johnson y del novato Caleb Williams, quien, aunque sigue en desarrollo, ya es una pieza clave de la ofensiva.

El plan de Chicago apunta a explotar una defensiva de Green Bay seriamente golpeada. Los Packers no contarán con su estrella defensiva Micah Parsons, fuera por el resto de la temporada tras romperse el ligamento cruzado anterior, ni con el safety titular Evan Williams, ausente por un esguince de ligamento colateral medial. Esto obligará a reconfigurar la secundaria, con Zayne Anderson como posible titular.

Ante este panorama, los Bears buscarán controlar el partido desde el juego terrestre, apoyados en D’Andre Swift y Kyle Monangai, con el objetivo de manejar el reloj y reducir la exposición defensiva. Johnson ha demostrado capacidad para diseñar un ataque balanceado capaz de castigar las debilidades rivales.

Del lado de Green Bay, la clave estará en dominar el tiempo de posesión. Con una defensiva mermada, mantener el balón lejos del rival es prioridad. La confianza sigue puesta en Jordan Love y su conexión con Christian Watson, pese a las dos intercepciones de la semana pasada, atribuidas a la presión defensiva más que a un retroceso en su nivel.

Además, el corredor Josh Jacobs, quien promedia más de 90 yardas en sus últimos tres partidos, enfrentará a una defensiva terrestre de Chicago que ha mostrado vulnerabilidades, lo que podría inclinar el ritmo del juego a favor de los visitantes.

Para el entrenador de Green Bay, Matt LaFleur, el encuentro también tiene peso histórico. Una victoria le daría su triunfo número 77 en temporada regular, superando al legendario Paul Brown y quedando solo por detrás de George Seifert en victorias durante las primeras siete temporadas como head coach en la NFL.

Así, bajo las luces del Saturday Night Football, no solo se juega un partido divisional. Los Bears buscan confirmar su resurgimiento y romper años de dominio rival; los Packers, heridos pero orgullosos, intentan reafirmar su hegemonía histórica y mantener viva la lucha por el título divisional.