Chivas no pudo sacar ventaja en casa y Cruz Azul tiene la mesa puesta para la vuelta

El Rebaño necesita ganar sí o sí en CU, mientras que a La Máquina le basta cualquier empate para avanzar a semifinales



Foto: Mexsport

Si hay un equipo al que le afectó muchísimo el parón de más de dos semanas antes de la Liguilla, da la sensación de que son las Chivas. El Rebaño Sagrado no pudo sacar ventaja en su casa, al empatar 0-0 con un Cruz Azul que se plantó en la cancha del Estadio Akron y ahora La Máquina tiene la mesa puesta para avanzar a semifinales.

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A Guadalajara le faltó ese ritmo y esa hambre con la que terminó la fase regular, porque sí que intentó y sí que fue hacia adelante, pero para vencer a un conjunto como el cementero, que terminó como tercer mejor equipo después de 17 fechas, se necesita mucho más que solo corazón.

Había ciertas dudas sobre cómo iba a responder el arquero suplente de Cruz Azul, Andrés Gudiño, a ser titular ni más ni menos que en una Liguilla, en ausencia del fracturado Kevin Mier.

Eso buscaba Guadalajara que fuera un handicap a favor que afectara al conjunto cementero. Sin embargo, en lo absoluto sucedió así, porque el arquero celeste estuvo a la altura de las circunstancias desde el mero inicio del cotejo y cuando se le exigió al máximo, respondió con gran calidad y aplomo.

Si esta serie hubiese comenzado inmediatamente después de haber terminado la fase regular, seguramente sacaba chispas desde este partido de ida. Y no es que este cotejo no haya sido intenso en la casa del Rebaño Sagrado, pero por momentos sí se notó que el receso de más de dos semanas le impactó a ambos equipos.

Un juego que de pronto se trabó demasiado, en el que los dos equipos no parecían del todo arriesgar e ir hacia adelante. Guadalajara porque no encontraba cómo y La Máquina porque ese no era su plan.

El obligado a buscar la ventaja, claro está que era Guadalajara, porque el empate global le da el pase a semifinales a Cruz Azul. Por ello, el objetivo rojiblanco era vulnerar a los cementeros lo más pronto posible, para darle buen cauce al juego.

Pero La Máquina es un equipo serio, con jugadores de primera calidad en el futbol mexicano y lastimarlo en lo absoluto es sencillo, porque su entrenador, Nicolás Larcamón, entendió que en el juego de ida no hay necesidad de romper lanzas y menos siendo visitante.

Por el contrario, Gabriel Milito paró a un equipo con lo mejor que tiene, con el regreso de Luis Romo en zona defensiva y con el costado derecho como su arma predilecta para hacer daño con Richard Ledezma y Roberto Alvarado.

Ambos, en búsqueda de conectar con Armando González, el Campeón de goleo del Apertura 2025, para ver si no se había enfriado con dos semanas de inactividad, más allá de que la Hormiga estuvo con Selección Nacional.

Sin embargo, el Otaku del gol se fue en blanco en este cotejo, ya que el estratega Milito lo sacó al 61′, para darle entrada a Santiago Sandoval con lo que intentó cambiarle la cara a su equipo y el esquema táctico, toda vez que Santi no es delantero centro como Armando.

Del lado cementero, el técnico Larcamón dio la sensación de que se guardó sus armas más fuertes hasta el segundo tiempo, porque tanto el polaco Mateusz Bogusz como el uruguayo Gabriel Fernández, entraron pasados los 60 minutos del cotejo, cuando se tenía contemplado que iniciaran de titulares.

En el racimo de cambios, ya más hacia el final del cotejo, también entró del lado de Chivas el veterano Javier Hernández, para volver a tener una referencia de centro delantero en el ataque rojiblanco, y ver si el Chicharito tenía una de esas noches gloriosas ya en el ocaso de su carrera.

Pero Cruz Azul siempre lució sólido atrás, con Willer Ditta y Gonzalo Piovi como pareja de centrales; a las Chivas les fue muy difícil poder llegar a línea de fondo, aunado a que el arquero Andrés Gudiño jamás se vio con dudas o inseguro.

Aparte, en los últimos minutos del cotejo, Chivas sufrió la baja de Bryan González por lesión, por lo que tuvo que entrar Alan Mozo; habrá que esperar si el Cotorro puede estar listo para el próximo domingo en Ciudad Universitaria.

Y si Andrés Gudiño había estado muy bien para Cruz Azul, también lo estuvo Raúl Rangel, porque al 86′, el ex atlista Jeremy Márquez tuvo el gol de cabeza en el área chica; le remató a quemarropa al Tala, pero el arquero seleccionado nacional respondió de manera soberbia. Dos minutos después, también sacó correctamente un disparo del polaco Bogusz.

En el tiempo agregado, Daniel Aguirre le puso un pase exacto a Miguel Gómez, pero el defensa la remató muy picada y la pelota se fue por un costado; esa era la diferencia para Chivas en este juego.

La Máquina sacó el cero de Guadalajara y ahora obligará a Chivas a ganarle sí o sí en el Estadio Olímpico Universitario, porque cualquier otro resultado le dará a los celestes el pase a las semifinales.

Chivas tendrá que demostrar muchísimo más; debe ratificar por qué fue el mejor equipo que terminó la fase regular con siete triunfos en ocho partidos, o de lo contrario esa buena racha terminará en un dato meramente anecdótico.

La batalla de técnicos entre Nicolás Larcamón y Gabriel Milito vivirá su segundo y último episodio el próximo domingo, a ver quién sale victorioso de una serie que claramente se volverá a jugar con el cuchillo entre los dientes.

Pinta para que sea uno de esos partidos en los que el más mínimo error sea el que sentencie una eliminatoria que, si bien hasta el momento ha sido muy pareja, estuvo por debajo de las expectativas en la ida.

A ver qué sucede el domingo en CU; seguramente, la afición celeste se hará sentir, pero también la capital rojiblanca, por lo que además de ser una lucha a matar o morir en el campo, en las gradas el pueblo cementero y los chivahermanos lo dejarán todo en busca de ver a su equipo seguir adelante en esta Liguilla.