Colectivos en la Ciudad de México que se unieron a la vigilia y luto nacional por el hallazgo de los restos humanos en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco exigieron a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo que reconozca la crisis de desapariciones, así como de los campos de exterminio y que asuma con ellos la responsabilidad de buscar a los desaparecidos y que se detengan.
A través de un pliego petitorio leído en el Zócalo de la Ciudad de México, señalaron que el país “está sumergido en una inocultable crisis humanitaria”, por lo que señalaron la necesidad de que la presidenta tenga sensibilidad y voluntad política.
“No queremos perder definitivamente la esperanza en encontrar a nuestros familiares, incluidos a los 43 normalistas de Ayotzinapa, ni en que la verdad y la justicia se abran paso, por eso le decimos que ha llegado la hora de que usted nos mire de frente y asuma con nosotros la responsabilidad de buscar a los desaparecidos y parar las desapariciones”.
Exigieron también el reconocimiento de más de 120 mil personas desaparecidas, así como de los migrantes que no están registrados oficialmente, así como el trabajo colectivo de las familias buscadoras y que se abra un espacio de diálogo y escucha con organizaciones sociales y colectivos.
“Es importante que recuerde, presidenta Claudia, que no nos mueve un proyecto político, ni favorable ni contrario al suyo, porque usted entenderá que quienes padecemos esta angustia y vivimos pendientes de la esperanza de encontrar a nuestros desaparecidos, nos es realmente muy difícil pensar en cualquier otra cosa que no sean nuestros familiares”.
Pidieron también protección para quienes, a pesar de las amenazas, continúan en la búsqueda de sus seres queridos y exigieron sanciones para los servidores públicos que, por omisión o complicidad, “han permitido casos como el campo de exterminio en Teuchitlán, Jalisco”.
Las familias también demandaron la identificación y entrega digna de los restos encontrados en fosas clandestinas y campos de exterminio, tanto en Teuchitlán como en todo el país y pidieron fortalecer las estrategias de búsqueda y atender la identificación de personas en fosas comunes administradas por el Estado.
Otra de sus peticiones es la reactivación del Centro Nacional de Identificación Humana, con recursos suficientes y la incorporación de las familias como consejeras y coadyuvantes en el proceso. Finalmente, exigen la construcción de un sistema judicial que atienda las demandas de las víctimas y que la reforma al Poder Judicial garantice justicia y no termine en el fracaso.
Las familias denunciaron que la desaparición de personas en México es un delito de lesa humanidad que se ha incrementado desde la “Guerra contra el narcotráfico” iniciada en 2006 y que persiste hasta hoy.
Por ello, afirmaron que el hallazgo del campo de exterminio en Teuchitlán no es un hecho aislado, sino una muestra de la grave crisis de violencia que afecta a todo el país.
En la carta dirigida a la presidenta, expresaron su preocupación por la falta de atención a las víctimas y la omisión del Estado en las labores de búsqueda. Señalaron que han sido ellas quienes, con varillas y manos, han asumido la responsabilidad de buscar a sus seres queridos en hospitales, oficinas forenses, redes sociales y en el terreno.
Recordaron a la presidenta Sheinbaum Pardo la lucha histórica de las madres buscadoras, como Rosario Ibarra de Piedra y el colectivo EUREKA, y advirtieron que no detendrán sus esfuerzos hasta encontrar a sus desaparecidos.
“México está sumergido en una crisis humanitaria. No nos pida que guardemos silencio ni que dejemos de buscar justicia”, señalaron.
Finalmente, llamaron al Gobierno de México a reconocer la magnitud de la crisis, garantizar la verdad y la justicia, y fortalecer las instituciones encargadas de la identificación forense y la búsqueda de personas.