El incremento de aranceles para productos de importación, principalmente provenientes de países asiáticos y que van de entre 5.0 y 50%, beneficiará a algunos sectores productivos del país como al textil, del calzado y vestido nacionales, pero seguro afectará a los negocios que en México venden esos productos o vía plataformas, al mismo tiempo que el sector juguetero nacional asegura que toda la cadena productiva se verá afectada, y en ese tenor se podría encontrar el de los cosméticos.
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Y es que, ante la aprobación del Congreso de la Unión de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación, que son más de mil 400 fracciones arancelarias, la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU) advirtió que el cambio en las reglas para importar plásticos y juguetes encarece, incluso, a las mercancías de fabricación nacional, por lo que los juguetes se encarecerían hasta 20%, en un mercado que depende de insumos importados para sostener su producción nacional.
El presidente de la Coparmex, Juan José Sierra, comentó que la Ley Arancelaria, que entraría en vigor el primer día de enero de 2026, impondría a los coches de combustión y eléctricos el arancel más alto que es de 50 por ciento.
En el marco de las consultas del legislativo con el sector privado, diversas organizaciones advirtieron que el nivel arancelario generaría inflación, en perjuicio de los consumidores.
“Es importante que se considere, por ejemplo, el impuesto o el arancel al artículo y no al insumo. El artículo que se importa completamente y no al insumo que se utiliza para la fabricación del mismo. Si tú le pones el arancel al insumo, lo que afecta es a la planta productiva del país, a la fabricación de ese artículo”, explicó.
Algunos de los artículos que se verán afectados por el arancel y que podrían aumentar en el precio final son los pañales; cosméticos; artículos de higiene y tocador; preparaciones para ondulación o desrizado permanentes; aguas de tocador; leches cutáneas; champúes; lacas para el cabello; pastas de dientes; hilo dental; jabones y hasta pañales.
También, muebles de metal; muebles de plástico, bambú y ratán, así como los diseñados para alojar computadoras o conocidos como “estaciones de trabajo”, para cocina, dormitorios y hasta restiradores.
Asimismo, se consideran las planchas eléctricas; hornos de microondas; componentes de lavadoras; agujas para tejer a mano; alfileres; agujas para cocer; seguros o imperdibles; decenas de componentes para coches; tanques para oxígeno de uso medicinal; barras de aluminio con pureza superior a 99.5%; alambres; laminados; galvanizados; bañeras, duchas, fregaderos y lavabos; asientos y tapas de inodoros.

Foto: Cuartoscuro.com 


