Crecen 629% fondos para la pensión de adultos mayores

13, octubre 2022

PATRICIA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

La Pensión Para Adultos Mayores, programa estrella de esta administración y que ha permitido consolidar la base electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha crecido 629 por ciento en lo que va de esta administración, generando con ello una gran presión sobre las finanzas públicas y a costa de otros subsidios.

Así, de 46 mil millones de pesos que costaba esta transferencia directa de recursos en 2018, en 2023, a un año de las elecciones federales, pasará a 335 mil 500 millones de pesos, de acuerdo con lo solicitado en el Presupuesto de Egresos de la Federación, que está a un mes de ser aprobado por la Cámara de Diputados.

Sin embargo, un análisis de la consultora México Evalúa, establece que, pese a este incremento estratosférico en la Pensión para Adultos Mayores, para el próximo año se propone que los programas de subsidios lleguen a un monto global de 951 mil millones de pesos (mmdp), un aumento de 15 por ciento (124.9 mmdp) con respecto al Presupuesto de Egresos de la Federación para 2022, cifra con la que se alcanzará así el mayor monto de la actual administración. No obstante, dicho monto sería apenas 2.2 por ciento.

Esto es 20 mil millones de pesos, mayor al promedio de 2013 a 2018, y no se superarían los récords alcanzados en 2014 y 2015.

“Pese al discurso, las transferencias del actual gobierno no han sido superiores a las del sexenio pasado. Lo que es en realidad diferente en esta administración es la concentración de recursos en algunos cuantos programas consentidos. Las Pensiones de Adultos Mayores, enfocada en transferencias directas a la población, acaparará el 35 por ciento del gasto. En 2018 el programa de mayor valía, subsidios para universidades estatales, sólo concentraba el 14 por ciento de los recursos”, precisa el estudio.

Además, el análisis subraya que el incremento del programa consentido de esta administración se ha dado a costa de sacrificar otros programas, muchos con impacto social probado, lo que limita la posibilidad del gasto público de impactar en indicadores de desarrollo.

“La apuesta para 2023 es clara: el gasto en subsidios busca concentrar cada vez más los recursos en programas asociados mediáticamente al partido en el poder, sacrificando instrumentos con verdadero impacto social en salud, seguridad, educación, equidad de género, etcétera. Además, el aumento de recursos sin clasificación geográfica permitirá un uso más discrecional para fines electorales”, sentencia.

Y es que, en 2019, con el primer proyecto presupuestal elaborado totalmente por esta administración, el número de programas sociales pasó de 115 a sólo 105. Algunos de los sacrificados fueron el Programa de Apoyos a la Comercialización, el de Pueblos Mágicos, el Programa Nacional de Prevención del Delito, el de Fortalecimiento de la Infraestructura Científica y Tecnológica, el de Inclusión Digital, el de Prevención y Gestión Integral de Residuos, y el Programa para el Rescate del Acapulco Tradicional.

En 2020 el proceso de concentración avanzó aún más y dentro de los programas que no encontraron reemplazo fueron las Estancias Infantiles para apoyar a Madres Trabajadoras, el Sistema Nacional de Investigación Agrícola, el Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario, el Programa de Apoyo para Infraestructura Carretera, Innovación Tecnológica para Incrementar la Productividad de las Empresas, Programa de Productividad y Competitividad Agroalimentaria; y Proyectos Estratégicos para la Atracción de Inversión Extranjera.

También se crearon programas con buen potencial, como el Subsidio por Cáncer del IMSS, Programa Nacional de Becas Artísticas y Culturales o Subsidios a las Entidades Federativas para la implementación de la Reforma al Sistema de Justicia Laboral.

Para 2023, continuará la extinción de programas sociales, pues desaparecerán el programa de Seguro de Vida para Jefas de Familia, el de Conservación y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre y el de Acciones Estratégicas para Enfrentar los Efectos Adversos del Cambio Climático. Además, el de Fortalecimiento a la Transversalidad de la Perspectiva de Género cambia de nombre a Programa para el Adelanto, Bienestar e Igualdad de las Mujeres.