Geovanna Bañuelos / Ovaciones
Las y los trabajadores son la fuerza e impulso de nuestra nación. A ellos, les debemos el desarrollo, el bienestar y la prosperidad de nuestro país. De hecho, no puede entenderse la Revolución Mexicana sin las huelgas de Cananea y Río Blanco. Fue así que en 1917, en la Constitución, se establecieron las bases del derecho laboral. Una de esas bases es la pensión, también conocida como jubilación, prestación económica que se otorga a los trabajadores al cumplir con ciertos requisitos, como la edad o el tiempo de cotización para garantizar a los trabajadores un ingreso para cubrir sus necesidades básicas después de toda una vida dedicada a la productividad y desarrollo en sus respectivas áreas de trabajo.
En México, las pensiones tuvieron un duro golpe con la llegada de los gobiernos neoliberales. En 1997, con la reforma regresiva de Zedillo, las y los pensionados perdieron el 73% de su salario, es decir, solo pudieron cobrar el 27% de sus ingresos. Mientras que con la reforma de 2007 de Felipe Calderón perdieron el 36% de su remuneración al momento de jubilarse. Con la llegada de la Cuarta Transformación uno de los estandartes fue dignificar el sector laboral que estaba completamente excluido. Fue así que en 2020 por nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador se logró que disminuyeran las comisiones de las Afores; la aportación patronal incrementó del 5 al 13% y hoy se tienen vacaciones dignas.
En el Senado de la República aprobamos una serie de reformas con el objetivo de consolidar un sistema de pensiones al 100% y crear el Fondo de Pensiones para el Bienestar. Con dicha reforma, se beneficiará para el 2027 a más de 42 mil pensionados, y para el 2050 el beneficio será a 2 millones 830 mil personas pensionadas. Y es que bajo el sistema actual las Afores, la banca es la gran beneficiada, mientras ellos siguen acrecentando sus ganancias, los trabajadores tienen que pagar por que su dinero esté en manos de privados. De hecho, los bancos que manejan las Afores se quedaron con 40 mil 595 millones de pesos y sólo transfirieron el 2% de los ahorros a los trabajadores. Esa es la magnitud del problema.
Una vez aprobada por el Congreso de la Unión, el presidente Andrés Manuel López Obrador la publicará en el Diario Oficial de la Federación, para que en el marco del 1º de mayo, se haga justicia social a las y los trabajadores de México. Es tiempo de seguir construyendo un país de derechos, donde las brechas de desigualdad se eliminen, donde cada persona tenga los recursos necesarios y suficientes que le permitan vivir con bienestar y dignidad, donde se reconozca y se retribuya dignamente el tiempo trabajado de las y los mexicanos.