Martín Avilés / Ovaciones
Foto: Mexsport

La renovada versión de este Cruz Azul de Martín Anselmi, demostró que es a prueba de todo. Incluso de cruzazuleadas. El Monterrey puso contra las cuerdas a La Máquina con un doblete de Germán Berterame en el segundo tiempo del partido de Vuelta de las Semifinales del Clausura 2024, pero los cementeros aguantaron estoicos y sellaron su boleto a la Gran Final donde buscarán exorcizar sus demonios ante el América.

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Un gol de Ángel Sepúlveda parecía que allanaba un camino seguro hacia la Final, pero Rayados respondió con dos goles seguidos de Berterame, mismos que no fueron suficientes para aguar la fiesta celeste. Los cementeros perdieron en el Estadio Ciudad de los Deportes por 1-2 pero avanzaron por mejor posición en la tabla tras ganar en la Ida por 1-0.

Ahora, Cruz Azul deberá demostrar que no es un espejismo en la prueba más dura, ante su bestia negra el América, en una nueva Final, como ocurrió en 2013 y 2018, pero esta vez, con la táctica maestra de Anselmi a su favor.

El Ciudad de los Deportes estaba a reventar ante la plena confianza celeste por volver a una Final, donde ya lo esperaba pacientemente su más odiado rival y bestia negra en esa instancia. Con el escenario favorable al triunfar en la Ida y con miles de personas a su resguardo, La Máquina comenzó con ligeros intentos con transiciones rápidas.

En los 10 primeros minutos, ni Berterame ni Vázquez pudieron generar el peligro que Cruz Azul sí, cuando un centro de Antuna fue rematado de cabeza por Sepúlveda, aunque el balón cayó fácilmente en las manos de Esteban Andrada.

Los cementeros eran cada vez más peligrosos. Y todo pasaba hasta ese momento por los pies de ‘El Brujo’, que tenía en la banda derecha una avenida libre, ante el despistado Arteaga. Así llegó la primera jugada de verdadero peligro, cuando Antuna recibió, puso pausa y filtró al espacio donde Huescas recibió con ventaja para disparar.

La joya de la cantera celeste mandó un fogonazo de derecha que Andrada atajó con un vuelo espectacular, pero escupió la pelota y dio a Rodrigo una nueva oportunidad, pero disparó de nuevo a la humanidad del argentino quien ya era héroe del juego apenas con 15 minutos en el cronómetro de juego.

Anselmi manoteaba y hacía aspavientos; presionaba al abanderado cada que había algún contacto y gritaba fuerte, mientras Ortiz se paraba al filo del área técnica de brazos cruzados. Un lenguaje corporal que no necesitaba muchas explicaciones.

Rayados pudo por fin poner a Maxi Meza de frente hacia la portería rival con la pelota al pie, pero el argentino se volvió loco, quizás por la falta de balones que había tenido hasta entonces, y mandó su remate a las tribunas.

La Pandilla tenía su momentum, pero no sabía aprovechar. Un mano a mano de Berterame con Mier parecía la oportunidad perfecta para silenciar a los estruendosos aficionados azules, pero su disparo fue con poca fuerza, fácil para el guardameta colombiano.

En el ida y vuelta que comenzaba a apoderarse del juego, La Máquina volvió al área rival donde Antuna disparó desviado. Más tarde, Cortizo filtró para Rodríguez quien dejó nuevamente a Berterame en posición de gol, pero el Pampero tardó fracciones de segundo en acomodarse y Lira pudo incomodarlo para evitar riesgo alguno en su meta.

Monterrey se cansó de fallar. Ya en la recta final del primer tiempo, un servicio de Canales para Brandon, puso al mexicoestadounidense en solitario frente a Mier, sin embargo, su remate fue demasiado cruzado y desperdició una nueva oportunidad para los regios.

Para el segundo tiempo, Ortiz movió sus piezas y sacó a Mez. Dio ingreso a ‘Tecatito’ Corona quien apenas con segundos en el reloj de juego, envío un centro a su estilo, con toda la ventaja para el rematador, y Brandon mandó un martillazo a gol que puso a volar a Mier, que apenas pudo contener el poderoso testarazo.

Cruz Azul intentaba con subidas de Faravelli y con toques filtrados para Antuna. Aunque los cementeros, más bien parecían ya cuidar el resultado y su propio estado físico de cara a la Final. Del otro lado, más y más centro a Brandon, quien simplemente no podía vulnerar el marco rival.

Un gol de Ángel Sepúlveda apenas comenzado el segundo tiempo, representó el global 2-0 en favor de La Máquina. Los cementeros parecían ya solo cuidar la ventaja, sabedores de que el rival regiomontano debía marcar dos goles y se había cansado de fallar jugadas claras, pero de pronto, una jugada a campo abierto de Uriel Antuna, lo cambió todo.

El descuelga de ‘El Brujo’ abrió espacio a un Rodrigo Huescas que le marcó el movimiento al seleccionado nacional, quien le mandó la pelota al espacio. El juvenil cementero desbordó en el área y mandó un servicio raso para que en el filo del área chica, Sepúlveda cerrara la pinza para el 1-0.

Pero Rayados reaccionó rápidamente y por conducto de Berterame, quien puso el 1-1 (2-1 global) para que Monterrey volviera al mismo punto donde necesita dos goles para medirse con América en la Gran Final.

Ni cinco minutos pasaron cuando el propio delantero argentino recibió un pase filtrado de Erick Aguirre para marcar su doblete y el 2-1 favorable para Rayados con 2-2 en el global. Los de Tano Ortiz solo requieren un gol para arruinar la fiesta celeste.

A falta de dos minutos para que acabara el juego, Gallardo se estiró para alcanzar un balón que se iba por la línea de meta, recentró y Mier recostó para impedir que esa pelota llegara a Brandon, quien a se relamía los bigotes para mandarla al fondo de la portería cementera.

La Máquina fue sacada por los Rayados de su zona de confort y por primera vez en mucho tiempo, jugó relegada en su área. También ahí demostró que tiene nervios de acero y que está lista para la prueba final ante las Águilas y esa mística única que le caracteriza y que ha hecho sufrir por años a la institución azul.