Cruz Azul y su odisea en busca de la gloria en el Apertura 2025 y hacer historia en la Copa Intercontinental

Cruz Azul enfrentará un exigente cierre de año con semifinales de Liga MX y un agotador viaje a Qatar para enfrentar a Flamengo.



Foto: Mexsport

Para el Cruz Azul, este último mes del año no será solo una lucha por trofeos, sino una odisea física y logística que le exprimirá hasta la última gota de energía a la plantilla. Este miércoles jugará la Ida de las Semifinales del Apertura 2025 ante Tigres, pero luego, apenas termine la Vuelta en el Estadio Universitario el sábado, el equipo celeste —gane o pierda— subirá a un avión y comenzará un viaje que roza lo inhumano rumbo a Doha, Qatar.

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El itinerario para los dirigidos por Nicolás Larcamón es implacable, con una salida nocturna de San Nicolás de los Garza, rumbo a algún aeropuerto de Estados Unidos (probablemente Dallas o Houston), con conexión larga a París, Francia. Y finalmente, el tramo final hasta la capital qatarí.

La directiva cementera calcula unas 19 horas efectivas entre despegues, aterrizajes y esperas en salas de abordaje. Un total de casi 20 horas de cambios horarios, jet lag, insufribles comidas de avión y piernas entumidas antes siquiera de pensar en el rival que espera al otro lado del mundo.

Todo para afrontar un compromiso contra un monstruo del futbol mundial como el Flamengo, el reciente campeón de la Copa Libertadores, en lo que han bautizado como el Derbi de las Américas. El partido está programado para el sábado 13 de diciembre a las 11:00 horas tiempo del centro de México en el Estadio Áhmad bin Ali de Rayyan, uno de los escenarios del último Mundial.

El horario, visto desde Doha, significa las 20:00 locales, pero que para los cuerpos de los jugadores mexicanos llegará después de cruzar 10 husos horarios en menos de una semana. Paradójicamente, La Máquina podría sacar una mínima ventaja de esta locura calendarística, pues Flamengo aún tiene pendiente cerrar el Brasileirao con su último compromiso liguero, mismo que será el domingo 8 de diciembre al mediodía hora mexicana.

Si, como todo indica, el Mengão confirma esta misma semana el título doméstico, llegará a Qatar con la resaca emocional y física de una posible doble celebración. Además, los brasileños emprenderán el viaje un día después que el conjunto celeste, lo que significa que ambos equipos aterrizarán con apenas tres o cuatro días para aclimatarse al calor del Golfo Pérsico y al césped qatarí.

En el fútbol mexicano, los viajes a Monterrey o a Tijuana suelen ser tediosos. Pero ahora, el equipo que dirige Larcamón se enfrenta a una prueba que supera con creces cualquier itinerario habitual en Concacaf, con más de 14 mil kilómetros de distancia, 30 grados de diferencia térmica respecto a la Ciudad de México en diciembre, y la obligación de rendir al máximo nivel apenas 72 horas después de bajarse del último avión.

Mientras la afición cruza los dedos para que el equipo logre la heroica remontada ante Tigres y dispute una eventual Final de Liga MX, el cuerpo técnico ya sabe que la verdadera final empezará mucho antes del pitazo inicial en Qatar.