Cuando vi los cadáres de mi madre y mi hermanita se me doblaron las piernas: Jorge Ortiz de Pinedo

Lupita Pallás y Laila, madre y hermana del actor Jorge Ortiz de Pinedo, fallecieron en un atentado terrorista en Malta durante un secuestro aéreo.



Jorge Ortiz de Pinedo es hijo de la actriz Lupita Pallás, quien fue la primera mexicana que falleció en un acto terrorista, al igual que su hermana Laila.

“Hace 40 ellas tomaron un vuelo de Atenas a El Cairo que fue secuestrado por tres terroristas que querían ir a Libia a ver al horrendo dictador Kadafi, hubo disparos, se
rompieron ventanillas y el piloto tuvo que bajar abruptamente por falta de gasolina hasta que el avión aterrizó en la isla de Malta a las 8 de la noche, donde cruelmente les
apagaron el aeropuerto, pero dos pilotos en la pista, para que no se mataran, voltearon sus aviones e iluminaron la pista. Jacobo Zabloudovsky dijo en su noticiero: “hay dos mujeres secuestradas por terroristas: la mamá y la hermana de Jorge Ortiz de Pinedo”.

“La embajada me dice que no hay presupuesto para ayudar a mexicanas secuestradas. Llego a Malta y empieza la escena más terrible, en el hangar había 50
cadáveres, quemados, muertos por bala, por asfixia, no hay palabras para describir el terror, desesperación y la impotencia de recorrer esa fila. Mi hermana de 24 años era la penúltima. Me considero fuerte y recio, pero al verla muerta me vino una tristeza infinita. Fue la única vez que me tuvieron que agarrar para que no me cayera.

Después  reconocí a mi mamá. Ahí empezó la odisea de pedir ayuda para sacar los cadáveres de mi madre y hermana. La embajada no me hizo caso y en Malta está prohibida la incineración. Zabludovsky me ayudó a llevarlas a Roma, donde nuestro embajador tampoco se dignó recibirme. Es cuando me entero de que la esposa del Presidente oyó en un salón de belleza que una señora dijo: “¿vieron lo que le pasó a Jorge Ortiz de Pinedo?, su hermano dice que nadie lo ayuda allá”. Ella le dijo al secretario de Relaciones Exteriores y fue un escándalo de indignación: “¿Cómo es posible que el embajador de México no lo acompañó, siendo actor conocido, cuando a todos los deudos de otras naciones los acompañaron sus embajadores? ¿Qué pasará con cualquier otro mexicano que ni conocido sea?”

“Ahí me consiguieron un vuelo diplomático a Madrid y el embajador me recibió muy bien, me subió a un avión con los cadáveres. Al aterrizar comenzó mi reclamo con
las autoridades: Tienen que ayudar a los mexicanos en el extranjero, nadie me ayudó con mi mamá y mi hermana y encontré muchachos y señores durmiendo en el piso de la embajada a los que les robaron sus pasaportes y no tienen dinero y no pueden pagar un hotel. Pero que me perdone Dios si eso le ocurriera a un político, a él sí lo habrían atendido.”

Para concluir, Jorge dijo: “De algo sirvió, porque hoy en día cuando hay un conflicto, las autoridades saben que es a fuerza que tienen que ir a ayudar.”