CATALINA NORIEGA

Para AMLO todo es aprovechable electoreramente. Le sea a favor o en contra, cualquier acción u omisión que prenda como la punta de un escándalo, la toma para su beneficio. Estas últimas semanas cree que le han sido particularmente fructíferas, por sucesos destacados como el del Aniversario de la Constitución o el juicio a Genaro García Luna en Estados Unidos, aunque no del todo favorables.

El emperadorzuelo sigue en vigilia, a la espera de que algún testigo de la corte de Nueva York se vuelva a referir con malicia, al expresidente Calderón. Aunque se montó sobre el excolaborador de García Luna, que mencionó al expresidente, le fue imposible, porque el tamaño de la falsedad de lo que dijo el declarante, carecía de base, incluso de coincidencia en fechas. Hasta ahora, los fiscales yanquis han sido incapaces de presentar una sola prueba en contra del acusado y el proceso solo se basa en los testimonios de delincuentes confesos, a cambio de reducción en las penas.

Imposible, con los datos actuales, saber si el exsecretario de seguridad es inocente o culpable, lo que estará en manos de los juzgados y la capacidad de convencimiento del fiscal y el abogado defensor. El tabasqueño, con sus infundios se encarga de hacerlo aparecer como el peor delincuente de la historia, mientras en su mandato el desfalco a Segalmex, que estaba a cargo de su cuatito Nacho Ovalle, asciende a nueve mil 500 millones de pesos y, hasta ahora, la Fiscalía General de la República no avanza un centímetro en las investigaciones. Por supuesto a Ovalle lo puso a salvo y hasta le dio otra chamba. ¡Nada como ser cercano a este tlatoani!

Tampoco hay un solo procesado por los varios videos en los que aparecen, desde sus hermanos hasta ahora, una senadora y dos funcionarios del gobierno de Campeche, recibiendo dinero. En su desgobierno no se toca a ninguno de sus protegidos que gozan de plena impunidad.

Como se le notó tan rabioso, por la recepción de la presidenta de la Suprema Corte en Querétaro, sentada, quiso clavarle una puntilla y dijo que, “al fin y al cabo a él le debía el cargo”. ¡Que más hubiera querido que poder imponer a la que parece que hasta su comadre es, la ministra -Yazmín Esquivel-, que sigue manchando el honor de la Corte.

La damisela de Marras continúa a la espera de que se olvide el escándalo de su tesis copiada, de sus falsas declaraciones y otros deltos, sin otro objetivo que conservar el sitial en el que vota a favor en los plenos, de acuerdo a las instrucciones que recibe de AMLO:

El interfecto, por su parte, continúa con sus nefastos intentos de denostar a la cúpula del Poder Judicial, frente a su declaración de independencia y división de Poderes, lo que jamás le va a perdonar a Norma Lucía Piña (Quien sí puede dormir tranquila al cumplir sus obligaciones).

Se cierran las precampañas en el Estado de México y las encuestas apuntan a que la morenaca, Delfina Gómez, va a la cabeza. Inconcebible que un sector de la población siga sin abrir los ojos a la realidad.

Nadie duda de la espeluznante corrupción del peñanietismo, pero con la 4T llegaron a llenarse los bolsillos los hambreados, ajenos al daño. No solo ha habido un robadero espeluznante, sino que desmantelaron los servicios de salud, la educación, crece el número de pobres, la inflación no baja y al bienestar, en todos sentidos, le salieron alas. A ver si los votantes salen del letargo y despiertan.

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