Catalina Noriega

ADIOS A UN AÑO ACIAGO

Poco bueno nos deja otro año en manos de uno de los peores desgobiernos de que tengamos memoria. Un Régimen que, palada a palada sepulta al que aún era corto ejercicio democrático, pero que crecía gracias a la batalla cotidiana de una sociedad civil, que llevaba años demandándolo.

El tabasqueño vino a cortarnos de un tijeretazo las alas de la libertad, a la que tiene derecho toda persona, destazando instituciones autónomas, organismos que se crearon a base de enormes sacrificios, incluida la muerte de muchos mexicanos. Cuatro años de mentiras cotidianas, de engaño a un pueblo que, el día que abra los ojos será consciente de la forma en que, desde Palacio, el emperadorzuelo los usó. Y los usó, única y exclusivamente, para darle gusto a su desorbitado ego, a su narcisismo, a su enajenación por el Poder, por el control absoluto.

Este 2022 que agoniza, tampoco fue muy redituable a nivel internacional. Aunque llegó al fin un descenso fuerte de la pandemia, sus secuelas, en lo económico y lo social, han sido muy perjudiciales.

La inflación, en la mayoría de los enclaves del planeta, reduce la calidad de vida. Los salarios no alcanzan frente al alza en los precios, sobre todo de los productos básicos. Los gobiernos, en general, intentan frenar este fenómeno, pero tomará meses el que se pueda volver a una cierta normalidad y eso si desaparece el fantasma que asoma las narices, de la recesión.

El marasmo económico post covid, por supuesto que afectó más a algunas naciones que arrastraban un mal manejo de su economía, como ejemplo, México y, por lo tanto, la recuperación será más lenta, en el caso de que se eficientice la administración pública (Lo que se ve imposible).

El atentado contra Ucrania, por parte del presidente ruso, Vladimir Putin, fue quizás la nota más discordante. El dictadorzuelo de Marras apuesta por anexarse a un país independiente y soberano, lo que ha causado miles de muertes y millones de migrantes que intentan llegar a un territorio pacífico.

Los tiranos de este siglo afilan las uñas y, en América Latina, Nicaragua, Venezuela, Cuba y algunos otros a los que nos quieren lleva por la misma senda, ejercen el autoritarismo feroz, violan los derechos humanos y sojuzgan a naciones que habían sido libres. Triste panorama que podría persistir por años.

El orbe trata de reanimarse y retomar las pautas de avance que se tenían. Aquí vamos como el cangrejo. AMLO cierra las oportunidades del futuro, sólo preocupado por los procesos electorales. Su ambición es configurar un Maximato que lo lleve a trascender.

Echó a andar la mafufada de sus “corcholatas” y a partir de esas nominaciones alentó a su consentida, Claudia Sheinbaum, a violar con todo cinismo, la ley que prohíbe las precampañas. Desapareció la gravísima problemática nacional, para dar paso a un jolgorio electorero que a nadie beneficia.

Termina el 2022 con una jefa de gobierno de la CDMX en plena actividad electorera, la ciudad abandonada, los servicios día a día más deteriorados y la destrucción de un Instituto Nacional Electoral, golpe tiránico contra la democracia.

El año que fenece ha sido de enormes daños. Deseo de corazón, que el 2023 llegue, cuando menos, con más medicinas, un mayor espíritu cívico para combatir las barbaridades del desgobierno y una determinación para elegir con raciocinio y lucidez, a quienes estarán en las papeletas de las votaciones. ¡Feliz Año para todos!

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