Después de ocho días, el senador por Movimiento Ciudadano, Daniel Barreda justificó su ausencia en el Senado de la República cuando se votó la reforma al Poder Judicial, al asegurar que 12 horas estuvo incomunicado en Campeche “bajo la condición de que si me retiraba del lugar procesarían a mi padre”.

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El senador, al negar las versiones del coordinador parlamentario de Morena y el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Adán Auguros López y Gerardo Fernández Noroña, respectivamente, quienes el martes pasado aseguraban que se encontraba en la Ciudad de México e incluso habían hablado con él, explicó que una noche antes había recibido una llamada de su mamá para decirle que su padre había sido detenido para asistir a “una comparecencia judicial en Campeche.

En un breve mensaje, en el que no permitió preguntas, en el mismo lugar donde sus compañeros de bancada encabezados por Clemente Castañeda exigían a Morena y a la gobernadora de Campeche, Layda Sansores liberarlo, ya que “lo habían retenido de manera ilegal”, señaló que va a continuar en la lucha “para que nadie tenga que elegir entre cuidar a su familia y hacer su trabajo”, situación que, puntualizó “no se lo deseo a nadie”.

Posteriormente, en entrevista, Gerardo Fernández Noroña, quien en reiteradas ocasiones aseguró el martes pasado que sí había hablado con Barreda, dijo que él había creído que sí, porque fue lo que le dijeron.

“Yo hablé con el senador Barreda, según se me dijo que era, la persona con la que hablé me dijo que era, yo no he hablado nunca con él, no conozco su timbre de voz; pero le dije, lo que sí le dije es: “Oye, hay aquí mucha inquietud por tu paradero, de parte de tu fracción parlamentaria. ¿Podemos hacer una videollamada más tarde?” y él me dijo que no, que no aceptaba la videollamada”.