Son casi las 4:00 de la tarde y la saturada agenda de Daniel Suárez lo tiene asfixiado. Aun así, tiene espacio para sonreír al recordar a los cientos de aficionados que le han mostrado su cariño en las horas previas a su histórica participación en el NASCAR México City Weekend, a celebrarse este fin de semana en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Para el piloto regiomontano todo habrá valido la pena con tal de volver a sentir con sus manos el volante ante su gente, tal y como tantas veces soñó.

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Nacido en Monterrey, Nuevo León, Suárez Garza creció en una modesta casa donde compartía cuarto con sus dos hermanas. Ahora, aquel joven soñador que veía caricaturas como ingenioso método para aprender inglés, consciente de que el idioma no debía ser impedimento a la hora de buscar un lugar en el reducido mundo de la NASCAR Cup Series, intentará ganar la primera carrera puntuable del serial a nivel internacional. Y qué mejor que hacerlo en casa.

“Definitivamente (prefiere ganar en México que ser campeón) digo, puedo hacer los dos, pero sinceramente ganar en la Ciudad de México significaría el mundo para mí. Ganar un campeonato también, no quiero decir que una es más importante que otra, simplemente para mí, esta carrera tiene ese nivel de importancia, de un campeonato. Es el autódromo más importante de mi país, es un autódromo donde gané mi primera victoria en NASCAR México y me siento muy contento de tener esta gran oportunidad. Ojalá que podamos discutir un gran fin de semana para estar peleando por la victoria”, dice en exclusiva con OVACIONES.

“El recibimiento de la gente aquí en la Ciudad de México ha sido increíble. Yo esperaba que iba a tener mucho amor y cariño de mucha gente, pero ha sido increíble. Entonces agradecerles por todo su gran apoyo y cariño. Espero vayan a apoyar y ojalá que juntos podamos hacer historia en este gran fin de semana”, agrega.

El piloto de Trackhouse Racing Team, que solía viajar en transporte público cuando niño y no fue sino hasta que pudo comprar un “Vocho 1994” que comenzó a manejar más a menudo hasta reducir la brecha con otros pilotos forjados desde muy pequeños en academias de desarrollo, se ha convertido en la sensación de este experimento de la NASCAR Cup Series en la capital azteca, donde tiene una cita con el destino.

“Me encanta construir esta energía hacia el gran fin de semana. Sin embargo, el reloj no para. Ya estamos a tan solo horas de poder estar en pista y estoy muy contento, muy ilusionado. Va a ser una gran experiencia, algo que voy a recordar por mucho tiempo y estoy muy enfocado, sé exactamente qué es lo que tengo que hacer, tengo un plan en mi cabeza y mi equipo también lo tiene. Estoy emocionado de poder estar peleando enfrente de todos estos pilotos, de todos estos equipos, con el apoyo de todos ustedes”, asegura.

Es tal la efervescencia provocada por Dani entre la afición, que sus patrocinadores han aprovechado ese impulso para tratar de ponerlo en el lugar de Checo Pérez como ídolo del automovilismo nacional tras su salida de la Fórmula 1. Suárez lo sabe, y lo toma con filosofía.

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“Es un sentimiento muy bonito, yo le tengo un grandísimo respeto a Checo por lo que ha hecho y lo que va a seguir haciendo. Ha hecho una magnífica labor y me siento muy afortunado de poder estar representando a México, al igual como lo ha hecho él por muchos años. Tenemos una carrera muy diferente y al mismo tiempo muy similar, su carrera ha sido en Europa y la mía ha sido en Estados Unidos, entonces es bonito regresar al país y representar a tu gente, a tus colores, a tu cultura y es mi primera vez disfrutando este momento y es un sentimiento increíble, me siento muy afortunado de estar en esta posición”, dice Suárez.

El piloto de 33 años de edad ha tenido una temporada de altibajos y actualmente ocupa el lugar 28 en la clasificación general con 254 puntos, con un Top 5 y tres Top 10. Pero más allá de aún no haber explotado su mejor versión en este 2025, ni siquiera piensa en un escenario distinto que no sea el salir a dejar el alma en la pista del Autódromo Hermanos Rodríguez.

“Es que no es sobre un resultado, es sobre la ejecución. El resultado es una consecuencia. Obviamente quiero ganar, pero es cómo llegue. No puedo decir que si terminó en los primeros cinco lugares voy a estar contento. En mi mente no funciona así. Es más bien qué tipo de trabajo vamos a hacer para la ejecución. ¿Cómo vamos a mejorar el carro? ¿Cómo va a funcionar la estrategia? Ojalá que eso nos dé las herramientas para estar peleando por la victoria final y esa es mi meta. Si ganamos la carrera, vamos a festejar al Ángel, pero si ejecutamos un fin de semana increíble y terminamos quinto, sexto, séptimo, también voy a estar contento porque hicimos nuestro trabajo”, finaliza.