Lo que inició como un acto de solidaridad en el Senado se transformó en un enfrentamiento político entre oficialismo y oposición, luego de que la propuesta presentada por la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Laura Itzel Castillo Juárez, derivada de un acuerdo previo de la Junta de Coordinación Política, se convirtiera en una competencia por determinar qué gobiernos se han robado los recursos destinados a atender a la población frente a tragedias ambientales.

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Durante la sesión, en la que se discutía la emergencia por inundaciones en cinco entidades del país, los señalamientos entre legisladores se intensificaron. Desde la oposición se acusó al gobierno federal de desaparecer el Fideicomiso para la Atención de Desastres Naturales (FONDEN) y de manejar con opacidad los recursos de ayuda, mientras que los morenistas y sus aliados replicaron que, sin dicho fondo, el gobierno ha podido atender directamente a los damnificados desde la administración de Andrés Manuel López Obrador, eliminando intermediarios y prácticas de corrupción.

En el debate, el senador y coordinador parlamentario de Morena, Adán Augusto López Hernández, sostuvo que quienes añoran el antiguo FONDEN “viven en el pasado” y recordó que “ese país de corrupción ya no existe”. En su intervención, expresó la solidaridad del grupo parlamentario de Morena con las familias afectadas por las inundaciones en Puebla, Veracruz, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí, y destacó que el gobierno federal y los estados “han estado presentes desde el primer momento” en la atención a las comunidades afectadas.

Relató que, durante su gestión como gobernador de Tabasco, en 2020, enfrentó una emergencia similar, cuando el gobierno federal aplicó por primera vez un modelo de apoyo directo a la población mediante los censos del bienestar, sin intermediarios. “Así se atienden ahora las emergencias”, dijo, al mostrar imágenes de las zonas inundadas en aquella ocasión.

El legislador añadió que actualmente se realizan censos del bienestar en las zonas afectadas para que cada ciudadano pueda ser resarcido de sus pérdidas, al tiempo que se avanza en la reconstrucción de caminos, puentes y limpieza de carreteras y aseguró que en estos momentos no hay colores partidistas, ya que diversos gobernadores han enviado ayuda, equipos y brigadas a los estados golpeados por las lluvias.

En busca de calmar los ánimos, la presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo Juárez, explicó que la Junta de Coordinación Política acordó que los senadores donen una cantidad equivalente a una quincena de su dieta para contribuir a las labores de auxilio y reconstrucción.

Los recursos recaudados se utilizarán para adquirir herramientas y enseres básicos que serán entregados a la Secretaría de la Defensa Nacional, encargada de su distribución directa en las zonas afectadas, con el objetivo de garantizar transparencia y eficacia en el manejo de los apoyos.

Asimismo, recordó que continúa abierta la operación del centro de acopio del Senado de la República, ubicado en la Plaza Luis Pasteur, a un costado del recinto legislativo. El punto de recepción funcionará todos los días, de las 10:00 a las 18:00 horas, para recibir víveres, medicamentos y artículos de primera necesidad. Castillo Juárez invitó a todo el personal del Senado y a la ciudadanía a sumarse solidariamente a la causa.

Durante la discusión, los senadores también hicieron un llamado a los gobiernos federal, estatales y municipales para mantener la coordinación interinstitucional y asegurar una atención integral a las personas damnificadas, priorizando la reconstrucción de viviendas, caminos y servicios básicos. Coincidieron en que los tres niveles de gobierno deben actuar con unidad, sin tintes partidistas, a fin de acelerar la recuperación de las comunidades afectadas.

En medio de los intercambios más tensos, la senadora de Morena, María Guadalupe Chavira de la Rosa pidió desde su escaño elevar el nivel del debate y dejar de convertir la discusión en una competencia por ver “quién robó más o quién tiene más corruptos en sus filas”.

Señaló que el país enfrenta una desgracia de grandes dimensiones y que el Senado debía centrarse en la emergencia, no en los reproches. Su exhorto fue respaldado por varios legisladores y por la presidenta del Senado, quien coincidió en que el tema debía regresar a su propósito inicial: la solidaridad con las personas damnificadas.

El acuerdo fue aprobado por unanimidad en votación económica, con el compromiso de que los recursos donados por el Senado se administren con total transparencia y se canalicen directamente a través de la Secretaría de la Defensa Nacional.