MARTÍN AVILÉS
Foto: Reuters
Kevin Maxen volteó a ver al pasado y notó que había nadado contracorriente a lo largo de su vida. Y estaba cansado. Su círculo cercano, especialmente su novio Nick, lo arropó y apoyó durante el trayecto hasta llegar a la NFL, donde actualmente forma parte del staff de coacheo de los Jacksonville Jaguars como entrenador de fuerza asociado. Pero algo le faltaba a su vida para sentirse pleno.
Fue entonces que Maxen contactó al primer jugador declarado abiertamente gay en la NFL Carl Nassib, quien rompió el silencio en febrero de 2022. En ese momento, el entrenador buscaba consejos mientras trazaba un camino para salir del clóset —como coloquialmente e le dice al acto de revelar públicamente una orientación sexual— y promover la aceptación de las personas LGBTQ+ en los principales deportes estadounidenses, históricamente estigmatizados por el profundo machismo.
Y así, recién Maxen se hartó de fingir ser otra persona y confesó abiertamente su sexualidad en una entrevista para Outports. La confesión de Kevin abrió una puerta para que cada vez sean más atletas los que no tengan miedo por decirle al mundo quiénes son.
Con el pasar de los años, cada vez es más común que en las ligas más importantes de deporte, independientemente de la disciplina, exista mayor apertura acerca de las preferencias sexuales de sus propios protagonistas. Porque al final, salir del closet es un acto de valentía en un mundo con estereotipos tan marcados.
“No quiero sentir que tengo que pensar al respecto. No quiero sentir que tengo que mentir sobre a quién estoy viendo, o porque estoy viviendo con una persona”, confesó Maxen al citado medio. “Quiero ser vocal en apoyo a la gente que quiere vivir como quiere, pero también quiero vivir sin sentir temor de cómo va a reaccionar la gente”.
Si bien este es el primer caso de un entrenador que se declara abiertamente gay, la NFL ya registra algunos jugadores que pasaron por el mismo proceso. En el 2021, Nassib, contactado por Maxen para inspirarse en su historia y armarse de valor, se convirtió en el primer jugador en activo de la liga estadounidense de futbol americano en hacerlo.
El entonces jugador de Las Vegas Raiders hizo su confesión en redes sociales donde escribió “Solo quería decir que soy gay”, para marcar un hito en el deporte mundial. “He tenido la intención de hacer esto por un tiempo, pero finalmente me siento lo suficientemente cómodo como para decirlo”, abundó.
En la NFL, un total de nueve jugadores han hablado abiertamente de su orientación sexual, todos, sin excepción, con carreras poco relevantes dentro de los emparrillados. Algo que podría cambiar, pues a medida que más deportistas reconozcan sus preferencias, será normalizado y, por ende, por más famosos que sean, no tendrán temor de no ser aceptaados.
Pero el caso más sonado en el deporte estadounidense lo protagonizó Jason Collins, un reconocido pívot que pasó 12 temporadas en la NBA, incluso disputó una final con los Brooklyn Nets. Fue sobre el final de su carrera, en el 2013, cuando reveló sus preferencias sexuales. “Me asustaba pensar en el día que mis compañeros se dieran cuenta de que era gay”, explicó Collins sobre ese miedo de las personas a ser discriminadas por su orientación sexual.
Y es que, según la Real Academia Española, discriminar es seleccionar excluyendo. Es dar un trato desigual a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos o de sexo, algo que parece formar parte de la vida cotidiana en el deporte, al existir la errónea teoría de que prácticas como la del fútbol americano, son para gente supuestamente más viril.
La Major League Baseball (MLB) tampoco ha estado externa de esta situación. David Denson, de los Milwaukee Brewers, confesó ser gay en 2015, antes de que un par de años después lo siguiera el lanzador dominicano Anderson Comás. En el fútbol también se han presentado ejemplos similares, la mayoría en el Viejo Continente. El último de ellos se dio en este mismo 2023 con el checo Jakub Jankto, elemento del Sparta Praga.
“Como todos los demás, yo también quiero vivir mi vida en libertad. Sin miedos, sin prejuicios, sin violencia, pero con amor”, dijo el futbolista de 27 años.
Pero las preferencias sexuales son tan diversas que no se trata de casos exclusivos de los deportistas varones. De hecho, de acuerdo con una encuesta del INEGI de 2022, en México, de la población de 18 años y más, 37.3 % refirió haber experimentado al menos una situación de discriminación en los últimos 12 meses. Al desagregar según orientación sexual e identidad de género, 43.7% de las personas con orientación sexual LGB+ y 27.7 % con identidad de género T+ manifestaron esta situación.
En el tenis, dos referentes mundiales de su disciplina, han expuesto públicamente sus preferencias sexuales, la primera fue Martina Navratilova, ganadora de 18 títulos de Grand Slam, quien lo hizo una vez que consiguió su nacionalidad estadounidense. La otra fue la francesa Amelie Mauresmo, exnúmero uno del mundo, quien salió del armario desde los 19 años de edad. Mauresmo lo hizo en una rueda de prensa que causó mucha conmoción en 1999.
Estos son los casos del deporte más sonados entre los atletas que decidieron confesar su orientación sexual independientemente de las críticas, con la finalidad de abrir puertas para las futuras generaciones. Porque en un mundo plural y diverso, romper con los estereotipos es un paso para evolucionar como sociedad.