La iniciativa privada advirtió que la productividad de la economía mexicana podría seguir deteriorándose, ante la debilidad de la economía que se refleja en el consumo y la inversión, de tal forma que la competitividad del país en su totalidad también podría verse mermada, restando atractivo para la inversión de continuar creándose empresas informales.

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Aplaudió los resultados del Censo Económico 2024 publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en donde se indica que el universo de unidades económicas en el sector privado y empresas paraestatales en 2023 sumó cinco millones 468 mil 180, lo que significó que se integraron 668 mil 023 nuevas unidades respecto al universo reportado en 2018, porque “pareciera enviar señales de un entorno atractivo para la inversión a través de la apertura de nuevas empresas”.

Y al mismo tiempo, aseveró que “no hay duda de que las empresas formales son el principal motor del crecimiento y del empleo. Sin embargo, el ambiente de negocios necesario para crear nuevas empresas y fortalecer el funcionamiento de las existentes, parece no haberse logrado aún”.

En este contexto, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), en su análisis semanal, consideró importante señalar que del aumento total del número de unidades económicas entre 2018 y 2023, 73.5% se concentró en la informalidad.

Asimismo, en el desglose de los datos, se debe considerar que el 98.7%, esto es, 659 mil 234 de las nuevas unidades económicas se concentró en el universo de microempresas, donde la plantilla laboral va de una a 10 personas. Mientras que las pequeñas y medianas empresas, que ocupan de 11 a 250 personas, aumentaron en nueve mil 689 unidades, “aunque es importante señalar que, dentro de esta clasificación, las empresas que ocupan de 51 a 250 personas disminuyeron en mil 702 unidades.

Por su parte, el universo de empresas grandes se redujo en 900 unidades que, aunque en algunos casos será por razón de una adquisición o fusión, la situación puede ser preocupante, toda vez que son las unidades más productivas y generadoras de empleo.

Tras lo anterior, el CEESP señaló que la permanencia de un débil estado de derecho, elevados niveles de violencia e inseguridad, además de los elevados costos de contratación y de la carga fiscal existente que deben enfrentar las empresas, reduce el atractivo de operar en la formalidad.

Además, que una característica de las empresas informales es que son poco productivas e incapaces de ofrecer condiciones laborales que permitan realmente a las familias alejarse significativamente de los niveles de pobreza.

Por ello, aseveró que si bien es cierto que, de acuerdo con los datos más recientes del INEGI, la población en condiciones de pobreza disminuyó en buena medida por el efecto del aumento en las remuneraciones, en especial del salario mínimo y en segunda instancia por las transferencias por programas sociales, “es evidente que se debe fomentar la creación y operación de empresas formales.

“Deben generarse incentivos claros para integrarse a la formalidad. De otra forma, muchas empresas continuarán en la informalidad y sus trabajadores seguirán en condiciones más precarias por la falta de prestaciones sociales”.

El organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), sentenció que la permanencia de un débil estado de derecho, elevados niveles de violencia e inseguridad, además de los elevados costos de contratación y de la carga fiscal existente que deben enfrentar las empresas, reduce el atractivo de operar en la formalidad.