Para el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), el aumento salarial debería alinearse con la inflación para evitar presiones inflacionarias, ya que un incremento en los salarios sin un aumento en la productividad puede llevar a que haya más dinero en circulación y menos bienes producidos, lo cual incrementaría los precios.

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En el marco de las discusiones salariales entre la iniciativa privada y el sector laboral, Víctor Manuel Herrera, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, consideró esencial aumentar la productividad o enfrentar riesgos inflacionarios si los ajustes salariales no se compensan de manera adecuada.

“Ese aumento salarial debiera ser lo más cercano posible a la inflación, porque si no lo es, entonces sí va a haber presiones inflacionarias, porque la gente va a tener más dinero que gastar, y como no hay inversión, va a haber menos bienes producidos en México, que si hay más gente que nos demanda, pues sube el precio.

“Entonces, una de dos, o subimos la productividad en una forma importante, o si no, nos arriesgamos a que haya presiones inflacionarias en el futuro, si se mantiene una brecha muy grande en los ajustes salariales que no esté compensada con mayor productividad“, advirtió.

En conferencia de prensa para analizar la encuesta mensual entre sus integrantes que mantienen su previsión de que la economía habría crecido al concluir este año en 0.5%; se habrán creado 160 mil empleos; la inflación bajará ligeramente a de 4.0 a 3.8%, Herrera subrayó que las alzas salariales alcanzadas en los últimos años han cerrado la brecha al recuperar el poder adquisitivo del salario mínimo de los años 80.

Pero de confirmarse la propuesta de aumento salarial a los mínimos en 11% para el próximo año, el salario sería de 309.5 pesos diarios de manera general y 466 pesos en la zona de la frontera norte del país.