GUSTAVO MARES
Foto: Cortesía Ángel Sainos
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) discutirá este miércoles 6 el proyecto encargado a la ministra Yazmín Esquivel, con el que se busca echar abajo la suspensión impuesta por el juez Jonathan Bass, que prohibe a la alcaldía Benito Juárez autorizar la celebración de corridas de toros en su demarcación, justo donde se ubica la Plaza México, la más grande del mundo.
‘No sólo se trata de las corridas de toros. En caso de que se avalara la prohibición sería el inicio de una serie de restricciones para todas las personas que de alguna u otra manera tenemos relación con el mundo animal’, señala Eduardo Fernández Valencia, médico veterinario zootecnista, vicepresidente del Colegio de Médicos Veterinarios Zootecnistas de Mexico, A. C., Colegio de profesionistas autorizado por la SEP.
‘Detrás de estos grupos hay grandes organismos transnacionales integrados por vegetarianos, veganos, especistas y organizaciones que quieren imponernos algo ajeno a la realidad’.
‘Muchas especies del reino animal, entre estos el humano porque pertenecemos a ese reino ya que no somos plantas, requerimos proteína animal para vivir’.
‘Si a un felino, del tamaño que sea, no le das carne, está destinado a morir. Cada animal está diseñado para determinados alimentos. El venado es herbívoro y jamás le harás comer carne; con el león es al revés’, atañe el veterinario, que considera que mucha de la desinformación que priva hoy día en torno al mundo animal y que da paso a la sensiblería es ‘la falta de desconocimiento de la naturaleza’.
‘Muchos pseudo defensores de los animales jamás han ido al campo. Hay que ir para conocer la realidad del mundo. Es impresionante ver cómo hay jóvenes que se asombran al ver que la leche que compran en el supermercado sale de las vacas. Podría parecer algo irreal, pero está sucediendo. Así está el mundo’, subraya.
‘Hace un par de años, la diputada Leticia Varela propuso que se prohibiera la venta de carne. Imagínate eso’, agrega.
‘Esta corriente quiere volver normal lo que es anormal. Existe la cadena alimenticia es algo natural, podrían pensarse que los tiempos cambian, pero no podemos ir contra la naturaleza’, enfatiza.
‘Hay que esperar a conocer la determinación de la SCJN en el tema de la tauromaquia, porque sería la punta del iceberg para una serie de prohibiciones que terminarían no sólo con la industria alimenticia, sino con todas las actividades relacionadas con animales’, subraya.
‘La SCJN debe valorar muy bien todo el tema, que cobró mayor fuerza después de que se publicó en el artículo 13, inciso B de la Constitución Política de la Ciudad de México, que reconoce a los animales como seres sintientes. Pero la laguna es muy grande, porque no especifica ‘animales’, como pudieran ser los perros y gatos’.
‘Un cierto sector político quiere elevar a rango federal esa postura, que tiene más de fondo. Va más allá del supuesto bienestar animal, porque tras lo que pasó con los animales del circo, eso de bienestar quedó en entredicho.
Resulta que quieren otorgarles a los animales derechos constitucionales, lo que en unos años podría llevar a que muchas de estas entidades que se dicen benefactoras de animales, administren los bienes que algunas personas les puedan dejar a sus mascotas’, pondera Fernández Valencia. Los toros de lidia son una raza especial, que viene del Bos Taurus, que sobrevive hasta la actualidad gracias a la existencia de la tauromaquia.
No se trata de una especie silvestre que esté en peligro de extinción, gracias a la entrega de los ganaderos ganaderos que invierten tiempo y dinero.
El impacto económico de la tauromaquia en nuestro país es digno de subrayarse. Según datos de la Asociación Mexicana de Tauromaquia genera alrededor de cinco mil 451 millones de pesos y genera más de treinta mil empleos directos, así como muchos indirectos.
Hoy se conocerá la decisión de la SCJN, que deberá sustentarse en la ley, porque ésta no puede depender de un ‘aplausómetro’, como pareciera ser actualmente la moda.