Ante el optimismo del gobierno federal de que todo va bien en México, la realidad de los números fríos se impone toda vez que las expectativas de los especialistas siguen reflejando preocupación sobre el ritmo de avance de la economía, con lo que el pronóstico de crecimiento para este año volvió a ajustarse a la baja y la probabilidad de que se observe una disminución del PIB en el cuarto trimestre del presente año y el primero del 2026 se elevó.

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De ahí que el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) considera que este entorno refleja el débil comportamiento de los principales indicadores económicos, en especial de la inversión, principal motor del crecimiento. Y aunque son buenas noticias la inversión extranjera directa que se ha registrado, lo cierto es que la inversión que más importa es la privada nacional, y de esa, “lo más preocupante es que su comportamiento está en terreno negativo”.

Con base en cifras originales, en septiembre la inversión privada registró una caída anual de 3.2%, con lo que ya acumula seis meses consecutivos a la baja.

Y si bien la iniciativa privada anticipa para el 2026 un mejor desempeño, “la expectativa es que el ritmo de crecimiento de la economía seguirá siendo insuficiente para satisfacer las necesidades de empleo y bienestar que los hogares requieren”.

En el análisis semanal, el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) señala que las expectativas de los especialistas sobre la evolución del empleo formal se mantienen cautelosas, pues anticipan que el empleo formal, considerado como el total de trabajadores registrados en el IMSS, aumente en 246 mil personas en este año.

Si bien este resultado superaría marginalmente el aumento reportado por el instituto en 2024 de 214 mil registros, es significativamente menor al de años anteriores.

Por otro lado, la opinión sobre la situación general del país es cautelosa. De acuerdo con 93% de los especialistas, la economía está peor que hace un año. En ese entorno, solo 2.0% de las respuestas consideran que es un buen momento para invertir.

Asimismo, consideran que los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento de la economía son la política sobre el comercio exterior, los problemas de inseguridad pública y otros problemas de falta de estado de derecho.

Este entorno refleja igualmente el débil comportamiento de los principales indicadores económicos, en especial de la inversión, que es el principal motor del crecimiento.

Datos del INEGI para el mes de septiembre reportaron que la inversión fija bruta siguió dando señales de debilidad al reportar una disminución mensual de 0.3%, después de mostrar una caída de 3.0% un mes antes.

Con todo ello, el pronóstico promedio de los especialistas sobre el crecimiento de la economía para 2026 es de 1.29%, ligeramente menor a la estimación previa de 1.32%.

Para 2027, si bien se espera que el ritmo de crecimiento de la economía siga mejorando, se prevé un avance de solo 1.81%.

Con base en este escenario, la expectativa de la tasa de crecimiento promedio anual para los próximos diez años es de 1.85%, por lo que algo tiene que hacer el gobierno de México para sacar al país del marasmo en el que se ha mantenido en los últimos años, y si ya no se tiene la expectativa de crecer a 5.0% al año, sí al menos pasar del 2.0%.