La Semana 10 de la temporada 2025 de NFL comenzará con un clásico divisional para el partido de Jueves por la Noche. Será un viaje en el tiempo, con los Denver Broncos vestidos con sus icónicos uniformes retro, esos que cautivaron en épocas pasadas con un electrizante tono anaranjado predominante y la D en el casco. Los de Colorado han elegido ir de gala al compromiso contra Las Vegas Raiders en pleno horario estelar y con una imponente racha ganadora expuesta ante sus archienemigos de negro y plata.
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Denver llega a este duelo divisional convertido en una auténtica aplanadora. Con un récord de 7-2 y seis victorias consecutivas, los Broncos no solo lideran la AFC Oeste sino que exhiben números defensivos históricos. Lideran toda la liga con 40 capturas de mariscal de campo y una diferencia de +31 en capturas, misma que constituye la mayor marca de un equipo en sus primeros nueve partidos de una temporada en la historia de la NFL.
Frente a este bravo animal, los Raiders (2-6) llegan con evidentes dificultades. Su quarterback Geno Smith ha lanzado 11 intercepciones y se enfrenta a la defensa más letal de la liga, pues Denver es tercero en defensa total con 279.9 yardas por partido y cuarto en puntos permitidos con 18.4, mientras que Las Vegas ocupa el puesto 22 en defensa con 26.3 puntos por encuentro.
La clave del éxito bronco ha sido una fórmula sencilla pero efectiva. Han aprendido a establecer el juego terrestre con JK Dobbins y RJ Harvey para aliviar la presión sobre el mariscal de campo Bo Nix. Cuando la ofensiva terrestre funciona, todo el sistema se abre, lo que permite al ágil pasador realizar grandes jugadas.
De esta manera, el quarterback de segundo año podría alcanzar un hito histórico, pues con al menos dos pases de touchdown, se uniría a Justin Herbert, Dan Marino y Kyler Murray como los únicos mariscales en lograr 10 partidos en casa con múltiples pases de touchdown en sus primeras dos temporadas.
Sin embargo, los Raiders tienen una carta bajo la manga, llamada Brock Bowers. Tras superar una lesión de rodilla, el ala cerrada regresó con una actuación estelar de 12 recepciones, 127 yardas y tres touchdowns. El jugador, que podría convertirse en el segundo más rápido en alcanzar las 150 recepciones en la historia de la liga, ya demostró su potencial contra Denver en su temporada de novato con ocho recepciones para 97 yardas y un touchdown.
La reciente partida de Jakobi Meyers, líder del equipo en recepciones, abre aún más oportunidades para Bowers. La semana pasada tuvo un 33% de participación en los pases, y todo indica que será el eje ofensivo de los Raiders. La defensa de Denver, aunque sólida, mostró vulnerabilidad contra alas cerradas la semana pasada cuando Dalton Schultz de los Houston Texans capturó seis pases para 77 yardas.
El partido se presenta como un clásico duelo entre la fuerza colectiva y el talento individual. Mientras los Broncos confían en su juego físico y defensa dominante, los Raiders esperan que Bowers pueda desequilibrar la balanza. Las Vegas podría tener momentos de gloria iniciales, pues los partidos divisionales siempre guardan sorpresas, pero mantener el ritmo durante cuatro cuartos frente a los Broncos en su fortaleza parece una tarea hercúlea.
