La ley de aguas se convirtió en el nuevo ejemplo de cómo el Congreso puede torcer el proceso legislativo cuando deja de temerle a la Corte. El Senado aprobó discutirla directamente, sin pasar por comisiones, sin dictamen, sin consulta a pueblos indígenas y sin deliberación real. Antes, un procedimiento así habría terminado casi automáticamente en una invalidación constitucional. Pero hoy, con una Suprema Corte integrada en su mayoría por perfiles afines al oficialismo, la disciplina jurídica dejó de ser un freno. Lo saben los senadores y actúan en consecuencia: si la Corte ya no es contrapeso, los desaseos procedimentales dejan de ser riesgo y se vuelven costumbre.
Dudas razonables
El énfasis de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en desmontar “mentiras” sobre la ley de aguas en la conferencia matutina de Palacio Nacional contrastó con un procedimiento legislativo que mantuvo reservas abiertas hasta la madrugada y dejó fuera propuestas técnicas de legisladores que cuestionaron el alcance real del nuevo régimen de concesiones. Incluso voces que respaldan la reforma admitieron que el ritmo impuesto y el albazo legislativo alimentaron dudas sobre el impacto futuro en comunidades agrarias y usuarios con títulos vigentes.
Estirar la liga
La oposición, por su parte, estiró la liga de la discusión de las leyes General de Aguas y de Aguas Nacionales en la Cámara de Diputados hasta bien entrada la mañana de este jueves, con el fin de atrasar la discusión en el Senado de la República. Y aunque Morena hizo hasta lo imposible para lograr acuerdos, no lo consiguió y su principal preocupación es que pudiera haber bloqueos el sábado, cuando se llevará a cabo la llamada “marcha del tigre”.
Nervios mundialistas
Mucha expectación generó el anuncio de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre su asistencia al sorteo mundialista, a celebrarse hoy en Washington D. C., no sólo por el enorme escaparate que representa dicha ceremonia -eventos que evadía como la peste su antecesor-, sino porque será el primer encuentro en persona con el presidente Donald Trump, todo en el marco de una anticipada negociación del T-MEC y la constante presión del mandatario estadounidense al gobierno de México por el narcotráfico. ¿Será que hay ‘chispa’ y este primer encuentro sientan las bases de una relación que de verdad beneficie a nuestro país o pasará de noche entre palmaditas en la espalda, lugares comunes y el flash de las cámaras? Veremos.
Limbo financiero
La presidenta del PRD en la Ciudad de México, Nora Arias, exigió a las autoridades electorales definir ya la situación del partido en la capital y anunció que devolverá las prerrogativas que les corresponden, porque ante las trabas administrativas sólo queda un mes para ejercerlas y no es posible tener cuentas claras en esas condiciones.



