La mañana de este domingo, el gobierno capitalino llevó a cabo el homenaje “palmas a la Palma”, para despedirla de la glorieta que se ubica en Paseo de la Reforma y en donde confluyen Río Rhin y Niza; donde las muestras de cariño de quienes llegaron hasta el lugar fueron enormes.
Las selfies no pudieron faltar, así como los abrazos que desde el pasado jueves ha recibido la palma de Reforma, pero también se colocó una ofrenda floral fúnebre; se organizó un festival con música y bailes con “zanqueros” para despedir a la palmera, que en el transcurso de la noche de ayer tuvo que ser retirada.
Decenas de personas estuvieron presentes recordando que la palma, que ya no pudo salvarse al estar infestada por un hongo y prácticamente ha muerto, fue parte de la historia de esta ciudad, inerte viendo el ir y venir de millones de personas, residentes, turistas, personajes históricos, vio transcurrir el paso del tiempo y los cambios en uno de las principales avenidas de la capital.
El pequeño biólogo Sebastián, de 11 años de edad, destacó la relevancia de rendirle homenaje a la larga vida de la palma que adornó esta Glorieta por 100 años, “porque me parece que es una forma de hablar de lo importante que es el vínculo entre la naturaleza y las personas que vivimos en esta ciudad”.
Comentó que los árboles son plantas majestuosas y “esenciales para todos, nos dan oxígeno, son hogar para muchos animalitos, brindan sombra, reducen la temperatura del suelo, purifican el aire y mejoran el paisaje, y también algunas proporcionan alimentos. ¿Se imaginan cuántas vidas han pasado por la palma en 100 años? Insectos, aves, arañas e incluso algunas otras plantas llamadas epífitas, que pudieron crecer sobre ella y que les dio la oportunidad de tener vitalidad.
“Siempre la recordaremos con amor. Todos sabemos que las despedidas nunca son dulces, pero debemos recordar que todo ser vivo nace, crece, se desarrolla y muere, así es tristemente los ciclos de la vida; y en esta ocasión, nos toca darle el adiós a nuestra hermosa y querida palma. Los invito a que cuidemos y respetemos no solo a los árboles, sino a toda la naturaleza en general; conocer lo que nos rodea nos da la oportunidad de aprender a amarlo”, dijo Sebastián.
Durante el acto, que encabezó la secretaria de Medio Ambiente, Marina Robles García estuvieron también el representante del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Héctor Benavides Meza; el periodista y cronista de la CDMX, Juan Becerra Acosta; así como el escritor y cronista de la CDMX, Enrique Ortiz García.
“Ha sido la palma amiga que escuchó todas las historias, las historias cercanas y las lejanas; las manifestaciones por las luchas que esta ciudad ha dado y ganado; la que vivió los festejos: los del fútbol, los de los nuevos años con las y los jóvenes que han buscado el encuentro; la palma que ha servido de rosa de los vientos para ubicarnos en esta vertiginosa ciudad”, dijo la funcionaria.
