Foto: Cortesía Diablos Rojos Diablos Rojos del México ‘sacó la escoba’ para barrer a los Charros de Jalisco y adjudicarse la Serie del Rey luego de ganar el cuarto juego por el título, que tuvo como escenario la casa del cuadro tapatío. Los Pingos se convirtieron en flamantes bicampeones de la Liga Mexicana de Beisbol al ganar por pizarra de 7-3 en candente y disputado partido.
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CELEBRACIÓN INFERNAL
La de anoche será una noche que quedará grabada en la memoria de los aficionados al beisbol mexicano. Los Diablos Rojos del México sellaron el cuarto bicampeonato en la historia del club más laureado de la pelota veraniega.
La victoria, lograda en el marco del Centenario de la LMB, reafirmó a los capitalinos como la dinastía más dominante del beisbol mexicano. Aunque en la LMB hay muy buenos equipos, los Pingos están más allá de todos.
El encuentro fue un reflejo de la superioridad de los Diablos. Desde el montículo, Efraín Contreras brilló con una apertura magistral de 4.2 entradas, en las que limitó a la ofensiva jalisciense a sólo dos imparables mientras ponchaba a seis bateadores.
La ofensiva capitalina no dio tregua. Castigó sin piedad al abridor de los Charros, Eduardo Vera, con cinco carreras en las dos primeras entradas.
Con esta pizarra se escribió la historia… ¡SOMOS BICAMPEONES! 🏆 pic.twitter.com/lRYuQGuH3Q
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EL JUGADOR MÁS VALIOSO
El dominicano José Marmolejos coronó la noche con un jonrón en la quinta entrada para añadir dos rayitas más a la pizarra.
A la postre, el dominicano Marmolejos sería nombrado el Jugador Más Valioso de la Serie del Rey, y con gran emoción compartió tras el final del partido:
“Llegar aquí es una gran bendición, porque fue un año difícil por todas las lesiones. Volver a tener la confianza de compañeros y entrenadores es una bendición maravillosa”.
“Gracias a mi familia y compañeros pude salir adelante. También gracias a los doctores que aquí son muy buenos. No pensé terminar de esta manera el año”.
“Agradezco a la afición y a los dueños, porque se enfocan en que nosotros sólo juguemos al béisbol”, puntualizó José, quien el año pasado también se hizo acreedor al mismo galardón tras la coronación de los Diablos.
16/16 #MIS18N cumplida 🏆👑 pic.twitter.com/PHbX3jHiIW
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EL BUNDY BUENO
Al mando de los Diablos estuvo Lorenzo Bundy, nombre que resuena en la historia del club. Como primera base en los bicampeonatos de 1987 y 1988, Bundy vivió la gloria con el guante y el bat. Ahora, casi cuatro décadas después, repite la hazaña desde el dugout para demostrar que su legado trasciende generaciones, ahora como mánager.
Al término del encuentro, el estratega de los Diablos, dijo:
“Este equipo juega con humildad, pero con una determinación feroz”.
La clave del éxito escarlata radicó en su enfoque disciplinado. Lejos de buscar únicamente el batazo largo, los capitalinos construyeron su reinado con un contacto constante y efectivo.
Los Charros de Jalisco, campeones de la pelota invernal, no estuvieron a la altura de las expectativas. Tras 54 años de ausencia en una Serie del Rey, el equipo tapatío solo logró tomar la delantera en el marcador una vez en toda la serie. Su ofensiva, apagada, y su pitcheo, incapaz de contener el embate rojo, dejaron un sabor agridulce en una final que prometía ser épica por el contexto del Centenario de la LMB.
La afición capitalina, enfervorizada, despidió a su equipo con cánticos que resonaron en la noche mexicana, mientras los Charros se quedarán con la promesa de redimirse en el futuro.
De esta manera, Diablos Rojos del México escribió un nuevo capítulo en su historia dorada para consolidarse no solo como campeón, sino como el emblema de ser el equipo que soporta el peso de la LMB… Qué tan caliente estará el infierno, que los Pingos prefirieron salir a ganar el bicampeonato.
