Dinamarca sigue sin llegar

Megacompra de medicamentos anulada por corrupción evidencia el fracaso del sistema de salud mexicano, lejos de ser ‘como Dinamarca’



El sistema de salud que prometieron como “mejor que Dinamarca” no puede ni comprar medicinas sin mancharse de corrupción. La reciente megacompra de medicamentos fue anulada esta semana. Y el motivo, lo de siempre. Irregularidades, sobrecostos por 13 mil millones de pesos y un proceso mal diseñado desde el principio.

La Secretaría Anticorrupción ordenó reiniciar todo el procedimiento. Birmex, el laboratorio estatal encargado de la compra, tiene hasta el 21 de abril para reponer el desastre. Pero más allá de los tecnicismos, resulta evidente que la transformación sigue sin cumplir en lo más básico: cuidar la salud de los mexicanos.

SOLO UN ESLOGAN

Prometer salud como en Europa se convirtió en costumbre. Una y otra vez López Obrador juraba que teníamos un sistema danés al estilo ‘4T’. En 2024, su último año, ya decía que “IMSS-Bienestar es mejor que Dinamarca“.

La realidad es más cruda. En 2023, por ejemplo, se quedaron 7.5 millones de recetas sin surtir. La Megafarmacia del Bienestar, un proyecto que costó miles de millones de pesos, se estrenó apenas entregando 648 medicamentos de 7 mil 593 solicitados. Su efectividad: una de cada 10 medicinas era entregada.

La propaganda no cura. Y en México, ir a un hospital público por medicinas sigue siendo una lotería. O peor, una ruleta rusa.

ERROR QUE SE REPITE

El encargo de la reciente megacompra fue para Birmex, un laboratorio sin experiencia en compras consolidadas. El resultado era previsible. En la licitación omitieron requisitos básicos, confundieron formatos, mezclaron reglas de contratación de servicios con las de adquisición de bienes y cerraron la puerta a proveedores internacionales.

El escándalo estalló cuando se detectaron sobrecostos en 175 claves de medicamento, lo que motivó la nulidad total del proceso. Pero Birmex ya arrastraba un escándalo previo: hace unos meses, la Auditoría Superior de la Federación reveló irregularidades por mil 45 millones de pesos en 2023.

Y aun así, se le entregó el timón de la salud nacional. Y aun así, ocurrió lo previsto: seguimos sin cubrir el 100% de la demanda de medicamentos. Mientras seguimos esperando a que la transformación llegue al sistema de salud, la gente se sigue enfermando. O peor, y más lamentable, muere.

El IMSS falla en surtir entre 28 mil y 70 mil recetas al día, según el Colectivo Cero Desabasto. El propio director de IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch, reconoció hace unos días que 99 hospitales tienen quirófanos fuera de operación. Por falta de personal. Por fallas estructurales. Por abandono. ¿Qué se hizo en el sexenio pasado?

En abril, de los 381 millones de piezas médicas solicitadas, solo se han surtido 233 millones, según cifras oficiales. Y el presupuesto no ayuda: en 2025 hubo un recorte del 11% en términos reales, de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria. Además, se dedicará solo 2.5% del PIB, muy por debajo del 6% recomendado por la OMS.

NI DE CERCA

Lo grave no es solo el error. Es que ya venía anunciado desde años anteriores. Cambiaron los nombres. Cambiaron los responsables. Todo cambió, para seguir igual. La lealtad política sigue pesando más que la capacidad técnica.

Hasta el momento nadie ha ofrecido disculpas. Solo comunicados técnicos. Solo repartición de culpas contra gobiernos pasados. Y solo promesas de que “el abasto no está comprometido“.

Pero el daño ya está hecho. El tiempo perdido no se repone. Las medicinas que no llegaron no son un trámite administrativo. Son tratamientos que no se dieron. Son pacientes que siguen esperando. Son enfermedades que avanzan sin detenerse.