MARTÍN AVILÉS
Foto: EFE
La Guerra de Yugoslavia (1991-2001) fue un conflicto que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) alebrestó para desestabilizar al extinto país hasta dividirlo. Novak Djokovic era solo un niño cuando se desató la balcanización, misma que derivó en la creación de ocho nuevas naciones que, como consecuencia, adquirieron un arraigado sentimiento nacionalista. Es por eso que para Nole, haber perdido la Copa Davis fue poco más que doloroso.
El descalabro ante Jannik Sinner caló hondo en el máximo ganador de Grand Slams de la historia con 24 cetros. Pero la forma en la que dejó escapar la oportunidad conquistar su segunda Davis, lo derrumbó. El serbio contó con tres match points y los desaprovechó, por lo que el número 4 del mundo no perdonó y se llevó la sorprendente victoria.
“Personalmente, es una gran decepción. Asumo la responsabilidad de tener tres puntos de partido y estar tan cerca de ganar. Es realmente desafortunado. Esto es deporte, y cuando pierdes jugando para tu país, el sentimiento de amargura es mayor. Esto es difícil de aceptar”, dijo ‘The Djoker’ derrotado.
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No pudo ser en la Ensaladera de Plata para el de Belgrado, por lo que esperará el año entrante cobrar venganza y pelear a por el Golden Grand Slam, que consiste en ganar cada major del año (Australia, Roland Garros, Wimbledon y US Open) así como la medalla de oro en los Juegos Olímpicos.
Mientras se prepara para ello, el duelo con Sinner, mismo rival al que había ganado sin problemas en las ATP Nitto Finals de fin de año, quedará en su mente grabado como una de sus más dolorosas caídas, al tratarse de una derrota donde estaba en juego el orgullo nacional.
“Durante toda la temporada, esta semana estaba en mis pensamientos. Quería estar con mi equipo de Copa Davis y contribuir. Lo hice en la primera eliminatoria, pero hoy no pude”, puntualizó.