No hubo remontada ni espacio para los milagros. El Arsenal, convertido en la nueva ‘bestia negra’ del Real Madrid —único equipo en Europa que no ha caído ante los merengues en cuatro enfrentamientos, con tres triunfos—, se medirá al PSG en semifinales tras eliminar con autoridad al vigente campeón. Lo hizo con un ejercicio de madurez que instaló la impotencia en el Santiago Bernabéu, frente a un equipo carente de ideas y liderazgo.

LEE ADEMÁS: Lautaro Martínez impulsa al Inter a semifinales de Champions contra el Barcelona tras empatar con el Bayern

La llamada a la épica, el misticismo del Bernabéu y el sacrificio tardío no bastaron. El Real Madrid, falto de recursos más allá de la intensidad, se despidió en cuartos de final ante un Arsenal que sigue dando pasos firmes en su crecimiento. Sobrado de personalidad, sin temblar ante la presión ambiental, el conjunto de Mikel Arteta impuso su fútbol trabajado y mereció avanzar.

En la fórmula de “cabeza, corazón y cojones” de Ancelotti, inspirada en Alcaraz, se olvidó lo esencial: el fútbol. Y eso es precisamente lo que ha faltado esta temporada. El técnico italiano no logró que dos de los mejores futbolistas del mundo, Vinícius y Mbappé, se entendieran como deberían. La eliminación puede marcar el final de una era para el entrenador más laureado del club blanco y poseedor de más títulos de Champions.

Era una noche para los referentes, para gritar liderazgo. Siguiendo el guion de las remontadas históricas, el Real Madrid salió con rabia tras los tres goles encajados en Londres, pero no logró intimidar al Arsenal. Ni siquiera el tanto tempranero de Mbappé —anulado por fuera de juego— cambió el panorama. El equipo inglés, sólido y sereno, apenas sufrió.

Alaba, titular de nuevo como lateral izquierdo, fue amonestado a los cuatro minutos por una entrada a Saka. En una jugada posterior, el árbitro pitó un penalti tras una revisión de VAR, en una muestra de cómo ha cambiado el fútbol moderno.

El Arsenal no se refugió, y cuando pudo, atacó. Saka fue el principal peligro, probando a Courtois en varias ocasiones. El penalti señalado por un leve agarrón de Asensio a Mikel Merino parecía definitivo, pero el belga detuvo el débil remate estilo Panenka de Saka. El Madrid seguía con vida.

TAMBIÉN PUEDES LEER: Falla Caliente TV en plena Champions; tuvo que poner gratis en Youtube el Real Madrid vs Arsenal

Envalentonado, el equipo blanco apretó, pero sin ideas. No probó a David Raya en todo el primer tiempo. Con el tridente ofensivo en el campo —Rodrygo, Vinícius y Mbappé— y sin criterio en el medio, el Madrid naufragaba. Ceballos y Modric, quienes podían aportar orden, miraban desde el banquillo.

Una polémica jugada con Rice y Mbappé terminó en penalti, pero fue corregida por el VAR. La pausa enfrió aún más a un Madrid acelerado, sin brújula, frente a un Arsenal que manejaba los tiempos y buscaba liquidar a la contra. Martinelli, una pesadilla por banda, volvió a exigir a Courtois, mientras Raya era un espectador.

La garra no bastaba. El Madrid necesitaba contagiar al Arsenal de su caos, pero los ingleses no mordieron el anzuelo. Vinícius desperdició una contra clara y Rodrygo, antes de salir, lo intentó sin éxito.

Ancelotti activó el plan B: Ceballos al mando, Endrick al ataque, cambios en los laterales. Pero el castigo llegó: Mikel Merino filtró un pase perfecto a Saka, que definió con clase ante Courtois para el 0-1.

El 0-4 global tumbaba a cualquier equipo… salvo al que ha vivido de milagros. Vinícius rescató algo de orgullo tras un error grave de Saliba, marcando el empate. Pero era demasiado tarde.

TE PUEDE INTERESAR: Orbelín Pineda es agredido en pelea entre AEK Atenas y Olympiacos en la Superliga de Grecia

Los silbidos desde la grada apuntaron a Vinícius y, más tarde, a Mbappé, quien salió lesionado tras una presión desafortunada. No fue su noche, ni mucho menos la que el madridismo esperaba del mejor delantero del mundo.

Así murió el partido: entre ataques desesperados, sin precisión ni lucidez. El Real Madrid se despide de una Champions irregular que puede marcar el fin del ciclo de Ancelotti. El epílogo fue cruel: derrota en casa, la sexta en la competición, y una última estocada de Martinelli en el tiempo añadido que confirmó el pleno de victorias del Arsenal en sus dos visitas al Bernabéu.

Ficha técnica:

Real Madrid 1 – 2 Arsenal (Global: 1-4)
Goles:
0-1, m.65: Saka.
1-1, m.67: Vinícius.
1-2, m.93: Martinelli.

Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez (Ceballos, m.61), Asensio (Modric, m.73), Rüdiger, Alaba (Fran García, m.61); Tchouaméni, Valverde, Bellingham; Rodrygo (Endrick, m.61), Vinícius y Mbappé (Brahim, m.75).

Arsenal: Raya; Timber (White, m.94), Saliba, Kiwior, Lewis-Skelly; Rice (Zinchenko, m.94), Partey, Odegaard; Martinelli (Tierney, m.94), Saka (Trossard, m.77), Mikel Merino.

Árbitro: François Letexier (Francia). Amonestó a Alaba, Asensio y Rüdiger por el Real Madrid; a Raya y Partey por el Arsenal.

Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 78.297 espectadores, incluyendo 4.000 seguidores del Arsenal. Se guardó un minuto de silencio en memoria del exentrenador del Real Madrid, Leo Beenhakker, y del escritor Mario Vargas Llosa.