Eduardo Nájera era un joven humilde de Meoqui, Chihuahua, una localidad ubicada a las orillas del río San Pedro. Aquel joven espigado que alcanzó los 2.03 metros de estatura, sabía que tenía el potencial para materializar sus sueños en la NBA debido a sus cualidades físicas. Por eso se enfocó en pulir su mentalidad y se concentró en sacrificar sus días levantándose a las 4:00 de la mañana para correr y luego dar paso a sus entrenamientos.
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En 1996 logró dar un salto impresionante, al pasar del CBTis 122 de Chihuahua a la preparatoria Cornerstone Christian en San Antonio, donde finalmente llamó la atención de Oklahoma University. Siguió corriendo mientras el resto dormía hasta llegar a la NBA, elegido en la posición 38 del NBA Draft del 2000 por Houston Rockets para inmediatamente ser canjeado a los Dallas Mavericks, donde comenzó la historia del mejor jugador mexicano en las duelas.
“Los atletas podemos entender que nos levantamos a las 4:00 de la mañana a correr. En mi caso, a correr al gimnasio para poder hacer tiempo extra, tiros extras, trabajar mi técnica, mi habilidad. Regresar, corriendo de nuevo, para irme de escuela a estudiar, que era muy importante para mí también, para terminar mi carrera y de ahí irme a la práctica, que la práctica normalmente duraba de tres a seis horas. Y luego, nutrición, descanso, repetirlo. No un día, no una semana, no un año, toda una trayectoria”, contó Lalo durante la entrega del Premio Estatal del Deporte IMSS 2025.
“Eso para mí es lo más importante y es el mensaje que les quiero dar”, continuó. “Quiero agradecerles por ese sacrificio, el sacrificio de dejar las amistades, dejar de estar con sus papás, con sus mamás, por estar practicando. Cualquier diversión es un sacrificio también, que es muy importante que los atletas y el resto de nosotros entendamos lo que hacemos día a día. Porque lo más fácil es ver el tiro encestado, las medallas, campeonatos, mundiales, es lo más fácil. Y no nos enfocamos en la trayectoria de muchos años de consistencia, de trabajo individual, de trabajo en equipo”.
“En México somos potencia mundial”: el emotivo discurso de Eduardo Nájera en la entrega del Premio Estatal del Deporte IMSS 2025 pic.twitter.com/ts3NkMVOaz
— Ovaciones (@ovaciones) December 18, 2025
Esa mentalidad hizo que Lalo tuviera una carrera longeva y exitosa en la NBA, en equipos como Mavericks, Golden State Warriors, Denver Nuggets, New Jersey Nets y Charlotte Bobcats. Con esa experiencia, mostró el camino a las juventudes hacia la élite del deporte.
“Ahora también se le añade la salud mental, porque ya tenemos psicólogos que nos ayudan, aparte de nuestras entrenadoras y entrenadores, que también ellos tienen que prepararse, crear material para sus atletas. Sus jugadores y jugadoras, es muy importante, es un trabajo colectivo, es tener el interés de seguir formando atletas y más allá, prevenir la salud física, la salud mental, la salud emocional y la salud espiritual”, indicó.
Al exjugador de 49 años se le erizó la piel al escuchar el Himno Nacional durante el evento y recordó juegos contra Rusia, Yugoslavia y España, duelos en los que sacó a flote ese orgullo característico de los mexicanos y pidió que las nuevas generaciones no lo pierdan.
“Felicidades a todos ustedes, los que compitieron, felicidades a los padres de familia, felicidades a los ejecutivos y felicidades a todos nosotros que estamos haciendo un esfuerzo colectivo para que México siga dando atletas y nos siga representando a nivel internacional, porque somos una potencia mundial”, finalizó.

Foto: Martín Avilés 


