Las tareas domésticas y el cuidado de los hijos y otros familiares afectan directamente la capacidad de las mujeres para acceder a trabajos remunerados o mejorar sus condiciones laborales.

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Ello porque el 94 por ciento de las mujeres mayores de 15 años realizan trabajo doméstico no remunerado y el 37 por ciento de ellas también llevan a cabo labores de cuidados, lo que implica mayores restricciones para su movilidad laboral.

De acuerdo con un análisis del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, de la población cuidadora en México, casi el 70 por ciento corresponde a mujeres, y prácticamente todas ellas también hacen otro tipo de tareas dentro del hogar.

En el marco del Día de las Madres, el análisis destaca que las mujeres ocupadas que realizan trabajo doméstico que incluye cuidados tienen la más baja permanencia en el acceso a servicios de salud en virtud de su empleo, es el 27 por ciento.

Todas estas condiciones reflejan que las mayores diferencias en cuanto a capacitación laboral se encuentran entre las mujeres que realizan trabajo doméstico diferente al de cuidados y quienes no tienen carga alguna de tareas dentro del hogar.

En contraposición, las mujeres con el mayor ingreso laboral promedio son aquellas que no realizan trabajo doméstico alguno y el ingreso de quienes también llevan a cabo labores de cuidados es menor.

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“Las tareas en el hogar —incluidas las de cuidados— se asocian con una baja movilidad laboral ascendente para las mujeres que tienen una ocupación, aunque no necesariamente con una alta movilidad descendente en la dimensión de los ingresos laborales respecto a quienes no realizan trabajo doméstico alguno”, subraya el reporte.

Además, señala que en el país, la mejora en las condiciones socioeconómicas de las personas de una generación a otra es menor para las mujeres que para los hombres en la dimensión de recursos económicos; es decir, un porcentaje más reducido de mujeres que de hombres alcanzan los estratos más altos o pueden sostenerse en dichas posiciones.

Esta situación se asocia principalmente con que las mujeres tienen una participación en el mercado de trabajo de casi la mitad que los hombres, lo que inhibe sus posibilidades de mejora socioeconómica. Además, las mujeres que son parte de la población económicamente activa también presentan una menor movilidad laboral debido a que casi el doble se dedican a actividades no remuneradas con respecto al mismo dato para los hombres, y aquellas que están ocupadas tienen casi la mitad de las probabilidades que los hombres de ascender del estrato correspondiente al 20 por ciento con menos ingresos al 20 por ciento con los ingresos más altos.

Los analistas consideran que un factor clave que limita la movilidad laboral de las mujeres es el trabajo doméstico no remunerado, es decir, las labores en el hogar o para el hogar sin pago alguno, pues las mujeres llevan a cabo tres cuartas partes de este tipo de trabajo, incluidas las labores de cuidados, por lo que contar con servicios como guarderías, escuelas con horario extendido, centros de atención para personas con discapacidad, entre otros, les permitirá tener más tiempo y así alcanzar una mayor movilidad social.

Cabe resaltar que el trabajo doméstico incluye la producción de bienes para el consumo del hogar; la preparación y el servicio de alimentos; la limpieza de la vivienda, ropa y calzado; el mantenimiento, instalación y reparaciones menores de la vivienda y otros bienes del hogar; las compras; los pagos y trámites; así como la gestión y administración del hogar.

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Por otra parte, diferente al trabajo doméstico, se tiene el trabajo exclusivo de cuidados: cuidar o atender, sin pago, de manera exclusiva a niños y niñas, adultos mayores, personas enfermas o con alguna discapacidad; llevar a algún integrante del hogar a la escuela, cita médica u otra actividad; o bien prestar servicios gratuitos a su comunidad. La proporción de mujeres que se dedican exclusivamente a los cuidados, pero no a otro tipo de trabajo doméstico, es prácticamente nula.

Por lo anterior, la carga adicional de las labores de cuidados con respecto a solamente dedicarse a otras tareas en el hogar o no llevar a cabo ningún tipo de trabajo dentro del hogar determina la posibilidad de movilidad laboral.