El Cárcamo de Dolores, ecos prehispánicos

4, enero 2024

ARACELY MARTÍNEZ

Fotos: Aracely Martínez

En la segunda sección del Bosque de Chapultepec se ubica desde los años 50, un complejo hidráulico peculiar denominadao: El Cárcamo de Dolores, que se construyó justo en el fin del recorrido del túnel Atarasquillo, paraje acuoso por donde se conducía el río Lerma para abastecer de agua a la Ciudad de México.

 

Se trata de una obra conmemorativa que fusiona la arquitectura de Ricardo Rivas, la pintura y escultura de Diego Rivera, así como la ingeniería hidráulica de Eduardo Molina Arévalo, lo que le brinda su estética única y relevancia histórica.

 

Esta infraestructura hidráulica posee 300 pozos de extracción, bombas sumergibles y un acueducto que cruza el Parque Nacional de La Marquesa. Posee una sección circular de 3.2 metros de diámetro, donde se transportan hasta 14 mil litros de agua por segundo que abastecen a las delegaciones Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Venustiano Carranza de la capital mexicana.

 

El Cárcamo de Dolores está dividido en dos partes principales: la Fuente de Tláloc, con una monumental escultura que representa a esta deidad, creada por Diego Rivera y realizada con miles de mosaicos sobre un espejo de agua.

 

El edificio principal, parece un templo clásico con su bóveda y columnas. Es de estilo funcionalista y con elementos prehispánicos, en referencia a Tláloc el dios del agua y la lluvia.