El Congreso entre La boa, los memes y la Champions

Congreso mexicano en escándalos: Adán Augusto ve futbol, diputados bailan La boa y Cuauhtémoc Blanco juega pádel mientras el país enfrenta crisis


Juan Ortiz

En las últimas semanas, el Congreso no ha dejado de dar la nota. Y no por aprobar leyes importantes, sino por sus escándalos de superficialidad.

El país enfrenta la inseguridad y una crisis por las inundaciones, sin embargo, nuestros legisladores se la pasan en un reality show permanente.

La escena de nuestros representantes distraídos o dedicados a frivolidades no es nueva. Desde hace décadas, el Congreso es una de las instituciones con menor confianza pública. Nos acostumbramos a decepcionarnos, pero nos enoja más cuando quienes prometieron ser distintos repiten los mismos vicios.

FRIVOLIDADES

Entre los casos más recientes está el de Adán Augusto López, líder de Morena en el Senado, viendo futbol en plena sesión. Mientras el secretario de Hacienda explicaba el presupuesto, el exsecretario de Gobernación seguía el partido Barcelona–PSG en su tableta, audífonos puestos y la mirada en la jugada. La imagen se volvió viral: el símbolo perfecto de la distracción.

Y en esta semana, los diputados federales terminaron una sesión anticipadamente para bailar con la Sonora Santanera. Morena organizó un homenaje musical en el palacio legislativo, y los legisladores abandonaron el pleno para irse a bailar La boa. San Lázaro convertido en pista de baile, mientras parte de México seguía inundado.

No fue todo. El diputado Cuauhtémoc Blanco se conectó por Zoom a una reunión de la Comisión de Presupuesto mientras jugaba pádel. En la transmisión se oían los raquetazos de fondo. Cuando le preguntaron su voto, respondió “cuéntenme como presente” y siguió jugando.

Y el senador Gerardo Fernández Noroña pidió licencia para viajar a Palestina en una gira de “solidaridad” pagada por un gobierno extranjero. Y todo para no dejar el protagonismo tras ser presidente del Senado.

Como si faltaran motivos para el descrédito, siguen apareciendo iniciativas absurdas.

Ahí está la ley anti-stickers, que propone cárcel a quien difunda memes que “ridiculicen” a funcionarios. O la ocurrencia de declarar el 13 de noviembre (cumpleaños de AMLO) como Día Nacional del Bienestar. Ni legislan ni entretienen a la gente, la verdad.

PROMESA INCUMPLIDA

Morena y sus aliados llegaron al poder prometiendo austeridad, ética y transformación. Eliminaron seguros médicos privados y bajaron sueldos, sí, pero el comportamiento cotidiano sigue igual.

Ver a legisladores bailando, jugando o viajando con dinero ajeno destruye la idea de que “ya no son los mismos”. Y ojo: la frivolidad no es exclusiva de un partido. PRI, PAN y otros también han protagonizado sus desatinos en legislaturas pasadas.

La diferencia es que Morena prometió ser distinto. Por eso, cada escándalo duele el doble: por la acción misma y por la traición a la expectativa.

CONGRESO DE PAPEL

Mientras el país enfrenta la violencia, la pobreza y el desastre ambiental, muchos de nuestros representantes siguen en su burbuja de privilegios y banalidad. El Congreso debería ser el corazón del debate nacional, no un escenario para el espectáculo.

La idea de transformación que tanto defienden también debe reflejarse en su conducta.

No es para menos: son políticos que ganan cientos de miles de pesos al año. Servir al país no es un privilegio, es una responsabilidad.

Y si los legisladores siguen bailando, jugando o viajando mientras el país se hunde, no habrá ‘4T’ que los salve del juicio más severo: el de una ciudadanía cansada del poder y sus instituciones.

EL DATO INCÓMODO

La Cámara de Diputados aprobó la Cuenta Pública 2023 con 51 mil 979 millones de pesos sin comprobar y acusaciones cruzadas de corrupción y deuda. Morena presume disciplina fiscal, pero la opacidad persiste.