El decálogo para el regreso a clases… que sólo abre ventanas y nadie respetará

13, agosto 2021

Con la marca de contagios en un nuevo pico todos los días, el gobierno federal insiste en el regreso a clases en las escuelas el 30 de agosto y anuncia un decálogo preventivo.

El martes fueron 22 mil y ayer, miércoles, 25 mil casos. Las cifras más altas en año y medio de epidemia por Covid-19.

Que la afectación emocional es grave y que el daño es prácticamente irreversible.

Que ya no se la pasen jugando Nintendo en la televisión (o pantalla, según sea el caso) porque son la generación de los videojuegos y el celular.

¿Usted cree que los niños y adolescentes van a respetar la sana distancia, van a mantener el cubrebocas el tiempo que estén en la escuela y van a soportar no jugar o no corretearse?

¿O que se lavarán las manos?

Si ni agua hay en la mayoría de los planteles, aunque sean de zona urbana o capitalinos y mexiquenses.

Si los adultos no respetan, imagine un menor de edad, cuya naturaleza es la actividad, la movilidad, la energía.

Como le dije en la entrega del miércoles, esta vuelta a las escuelas está plagada de buenos deseos que, en la práctica, difícilmente darán resultado.

Los contagios se darán un día sí y otro también. Seguro.

El decálogo no refiere ni el uso de medidores de concentración de CO2- Dióxido de carbono-, que indica el momento de ventilación y, prácticamente, los avienta al ruedo.

Lo que no explican ni la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, ni Andrés Manuel López Obrador es ¿qué pasará con los alumnos cuyos padres decidan no llevarlos a la escuela?

Porque en las escuelas particulares la estrategia desde que se suspendieron las clases presenciales ha sido distinta a las del sector público.

Los maestros fueron obligados a mantener sus clases vía internet con la advertencia de no recibir su salario si se negaban.

Y los padres de familia, no todos, por supuesto, hasta se pronuncian por mantener así las clases. Por comodidad y resultados.

En las escuelas públicas no sucedió así.

Para eso estaban las clases del programa Aprende en Casa, más aburridas que una película de Adalberto Martínez Resortes.

Bien intencionadas, pero mal aterrizadas.

Pide el gobierno a los padres de familia firmar una responsiva. Un acuerdo compromiso de corresponsabilidad. Decidan enviar a sus hijos a las escuelas, clases en línea o híbridas.

¿Cómo para qué?

Para, en caso de contagio y que se produzca una no deseada, pero posible, cadena en casa no haya modo de reclamo.

Y menciona filtros en el primer círculo y en las escuelas. Lavarse las manos, usar cubrebocas, sana distancia, entre otras medidas.

Y si el regreso es opcional, no obligatorio, ¿para qué, entonces, imponerlo?

Es una contradicción.

Y lo reiteran Delfina Gómez, secretaria de Educación, y Andrés Manuel, el mero preciso:

-Es voluntario. Las escuelas abrirán para quien quiera regresar.

 

Se va Alomía

José Luis Alomía Zegarra, director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud, dejará hoy el cargo.

Se va a Sonora, donde Alfonso Durazo, inminente gobernador, lo designó secretario de Salud estatal.

El relevo será el 12 de septiembre, porque el sexenio nuevo inicia el 13.

 

Vámonos:

En el conflicto laboral en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) parece haber salida:

Por fin la administración de la universidad aceptó discutir el aumento del 3.4 por ciento directo al salario acordado en 2020.

La reunión será el 23 de agosto.

 

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