El Don de curar con las manos…

13, octubre 2023

ARACELY MARTÍNEZ

Fotos: Aracely Martínez

En las calles de Iztapalapa, una figura conocida y respetada se ha ganado la confianza de la comunidad por sus habilidades únicas, se trata de José Arturo Becerril Morales, de 51 años, quien es un masajista deportivo que se ha dedicado más de dos décadas a aliviar el dolor y el estrés de aquellos que buscan su ayuda.

 

Sin embargo, el camino de José Arturo en este oficio también llamado “huesero” no fue un viaje solitario. Lo heredó de su padre, Octavio Becerril García, que solía atender a jugadores del equipo Necaxa incluyendo a su hijo mayor del mismo nombre Octavio Becerril Morales, quien fue jugador necaxista.

La pasión por el masaje deportivo y la curación a través de las manos se ha mantenido fuerte en la familia Becerril. El legado es algo que José Arturo atesora profundamente, ya que su padre Octavio Becerril nunca perdió de vista que lo importante es: ayudar a otros a través de su don de sanación.

Modesto espacio

El instrumento de trabajo de José Arturo Becerril son sus manos, herramientas que heredó de su padre y que ha perfeccionado a lo largo de los años.

 

 

En su modesto espacio de trabajo ubicado en la calle Camino Viejo a San Francisco número 51 interior tres en la alcaldía Iztapalapa, junto a su familia, atiende a quienes buscan alivio para torceduras, golpes, caídas, contracturas, masajes deportivos, cinturas abiertas, esguinces, luxaciones y más.

 

Los Becerril, conocidos comúnmente como “Hueseros”, han sido un recurso invaluable en la comunidad, brindando alivio a aquellos que buscan ajustes de huesos y masajes terapéuticos para liberar el estrés acumulado.

 

Hoy en día, continúa el legado, atendiendo a un promedio de 20 a 25 personas diarias en su pequeño espacio. Su dedicación y su don para aliviar el dolor con las manos son un tesoro incalculable, y su historia es un testimonio del poder de la tradición y la pasión en la comunidad de Iztapalapa.