El Grinch se apodera de la Navidad en CDMX

En la colonia Lindavista lleva Villa Quién, la casa recrea escenarios, decoración, actividades interactivas y espacios para fotografías



Foto: Aracely Martínez

La temporada decembrina llegó a la Ciudad de México con una experiencia que ha logrado captar la atención de vecinos y visitantes de distintos puntos del país: la Casa del Grinch. Ubicada en la calle Quito 864, en la colonia Lindavista, alcaldía Gustavo A. Madero, esta instalación recrea con gran detalle el universo de Villa Quién (Whoville), inspirado en el icónico personaje creado por Dr. Seuss, y se ha convertido en un punto de encuentro comunitario impulsado, sobre todo, por la recomendación de quienes ya la han visitado.

Más allá de su cuidada ambientación, la relevancia de la Casa del Grinch se refleja en los testimonios de familias, niñas, niños y adultos que coinciden en un mismo sentimiento: la sorpresa y el agradecimiento por una experiencia gratuita pensada para el disfrute colectivo. Daniela, quien acudió con su hija, relató que la visita valió la pena por la creatividad y el detalle de los adornos. “Es precioso, sobre todo para los niños”, afirmó, destacando que la curiosidad inicial se transformó en una experiencia memorable.

Ana, vecina de Tlatelolco, señaló que aunque es la primera vez que acude, reconoce el esfuerzo de quienes decoran la casa cada temporada. “La temática del Grinch les quedó muy padre”, dijo, subrayando la importancia de generar espacios visuales y lúdicos para la infancia. En la misma línea, Leila, estudiante que transita diariamente por la zona, compartió que le llamó especialmente la atención el árbol con la figura del Grinch y la forma en que el lugar logra captar la imaginación.

FUERA DE LO TRADICIONAL

Otros testimonios destacan el valor de la experiencia frente a la oferta comercial habitual. Una madre de familia que visitó la casa con sus hijas explicó que buscaba mostrarles “otro tipo de decoración más grande” y distinta a la que se ve en plazas o en casa. Además, resaltó que el personaje elegido rompe con lo tradicional: “El Grinch no es tan común, se supone que no le gusta la Navidad, y verlo como protagonista es muy original”.

Uno de los aspectos más valorados por los visitantes es que no existe ningún costo. “No lo hicieron con el afán de cobrar, sino de que la gente venga y disfrute, se tome fotos y conviva”, señaló otra visitante, quien agradeció a la familia responsable por permitir incluso subir al trineo y recorrer los escenarios sin restricciones.

Vecinos de Lindavista, como Yolanda Tamés, reconocen que este tipo de iniciativas fortalecen el sentido de comunidad. Recordó que desde hace varios años los habitantes de la zona decoran tanto en Halloween como en Navidad, logrando atraer a cientos de personas. “Nos hacen sentir niños otra vez”, afirmó, destacando que la casa, junto con donaciones como el árbol monumental y figuras decorativas, se ha convertido en un regalo para la colonia.

Así, la Casa del Grinch no solo es una experiencia inmersiva viral, sino una propuesta que transforma una calle en un espacio de convivencia, memoria y celebración compartida.