CÉSAR MARTÍNEZ
EL RECHAZO
El “por qué” me queda claro y se reconoce la manera tan exitosa como los clubes mexicanos ingresan recursos a través de esta relación cercana con el mercado estadounidense. Eso se ha explicado hasta el cansancio.
Mismo caso que la aparición de las plataformas digitales a través de las cuales hay que pagar por ver futbol de la Liga MX.
También una calendarización poco ortodoxa por no decir groserías en las que se inicia un torneo con los equipos a medio armar, sin seleccionados nacionales participantes en Copa Oro y
Centroamericanos y en medio del torneo más importante para la Confederación que perteneces.
Un torneo que, luego de tres fechas tendrá un parón para que los clubes participen en una competencia de un mes contra sus similares de la MLS.
Si esto no representa un claro desdén para el mercado de aficionados en México, por lo menos si lo parece. ¿O no?
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Esta nueva era en la transmisión de los partidos debe venir acompañada con innovaciones tecnológicas y editoriales que la justifiquen.
Todos quienes estamos involucrados en la industria del futbol a través de los medios debemos alzar la mano y mostrar una evolución. Un mejor servicio para el consumidor, a quien le pido de manera encarecida, sea más exigente en todos sentidos.
Que se termine la frase de “Es lo que se consume, por eso es lo que se hacer.”
Una nueva oportunidad, para todos.
LOS QUE REGRESAN
En la gran mayoría de los países exportadores de futbolistas, la migración y los regresos se da de manera masiva año con año.
Jugadores van y vienen y en algunos casos no se tienen registros exactos de la cantidad de personas que protagonizan ese ida y vuelta.
En México se ha hecho demasiado visible esta situación a propósito de la vuelta al país de jugadores que alguna participación tenían o por lo menos pertenecían a clubes europeos.
Así como somos dados a la autoflagelación, pues sucede que para algunos esto tomó rastros de tragedia. En mucho menor medida, irónicamente para la gran mayoría de estos jugadores que vuelven a su país con mejore oportunidades y en casi todos los casos, mejores ingresos.
Lo cuestionable, en este caso en particular, es que no se vayan en el mismo número futbolistas mexicanos al viejo continente. Que se equilibre la ley de la oferta y la demanda, entendiendo que, como todo en la vida triunfará (permanecerá) el más apto, el más útil o el más fuerte.
Llorarle a los que regresan y considerarlo una tragedia deportiva es no entender las reglas del mercado, donde los equipos buscan lo mejor desde su perspectiva a través del filtro de sus presupuestos.
Aunque no faltarán los “coleccionistas” de likes, que harán de esto un circo y se rasgarán las vestiduras. Mientras que los protagonistas, los involucrados, se ríen de ellos.
Tuiter: @Cesarmartinezmx
Insta: CesarmartinezOfi
