Los Dallas Cowboys inician su temporada treinta desde que alzaron por última vez el Trofeo Lombardi, y su mariscal de campo, Dak Prescott, entra en su décimo año en la NFL sin haber superado la Ronda Divisional de la NFC.
A sus 32 años, el tres veces Pro Bowler y ganador del premio al Novato Ofensivo del Año en 2016 tiene un solo objetivo en mente: llevar a “el Equipo de América” a la gloria del Super Bowl, un sueño que se les ha escapado durante décadas.
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“Quiero ganar un campeonato”, afirmó Prescott en declaraciones publicadas en el sitio web oficial de los Cowboys. “El legado y lo que venga después de que termine de jugar se cuidará solo. Quiero un título, no solo por mi legado, sino por este equipo, por mi bienestar personal, por mi cordura. El legado vendrá después. Tengo que enfocarme en el presente”.
ESTADO DE SALUD
Prescott se prepara para una nueva temporada tras haber jugado solo ocho partidos en 2024, cuando una lesión en el tendón de la corva puso fin a su campaña. Aunque sus números no fueron los habituales —11 pases de touchdown, ocho intercepciones y 1,978 yardas—, la ausencia del quarterback se sintió profundamente en una ofensiva que cayó al puesto 21 en puntos anotados, el peor registro del equipo desde 2018.
La salud de Prescott será clave para las aspiraciones de los Cowboys, pero los desafíos no terminan ahí. La NFC Este promete ser una división feroz, con los Philadelphia Eagles, campeones de la NFL en 2024, y los Washington Commanders, revitalizados bajo el mando del joven quarterback Jayden Daniels, como rivales de peso. Ambos equipos alcanzaron el Juego de Campeonato de la NFC la temporada pasada, un escenario que Dallas no ha pisado en años.
NEWS: #Cowboys quarterback Dak Prescott plans on winning the Super Bowl this year.
— MLFootball (@_MLFootball) June 16, 2025
“I wanna win a championship. Be damned if it’s just for my legacy, for this team, for my personal being, for my sanity — the legacy will take care of itself. I have to stay where my feet are.” pic.twitter.com/MD6j9vhIlO
AHORA CON SCHOTTENHEIMER
Por primera vez en su carrera, Prescott trabajará bajo un nuevo entrenador en jefe, Brian Schottenheimer, quien fungió como coordinador ofensivo de los Cowboys entre 2023 y 2024. Aunque su ascenso representa una transición interna, algunos analistas sugieren que Dallas pudo haber optado por un cambio más radical tras la salida de Mike McCarthy. Sin embargo, la familiaridad de Schottenheimer con el roster debería acelerar la preparación del equipo.
“Schotty ha hecho un gran trabajo en el minicamp, colocando a los jugadores en las posiciones adecuadas y dándoles espacio para mostrar cómo los utilizará”, señaló Prescott.
REFUERZOS PARA LA OFENSIVA
Los Cowboys no se quedaron de brazos cruzados en la offseason. En un movimiento audaz, adquirieron al receptor George Pickens vía intercambio, buscando diversificar una ofensiva que ha dependido en exceso de CeeDee Lamb. Prescott se mostró entusiasmado con las incorporaciones: “Los cambios que hemos hecho, no solo en la ofensiva sino también en la defensa, son prometedores. George abre muchas posibilidades para los otros receptores junto a CeeDee. Creo que les da una red de seguridad para jugar con libertad y dar un gran salto. Jugadores como [Jonathan] Mingo y [Jalen] Tolbert, y la manera en que los corredores han encarado esto, me tienen muy emocionado”.
Además de Pickens, la ofensiva cuenta con un grupo de corredores y receptores jóvenes que, según Prescott, están listos para brillar bajo el esquema de Schottenheimer.
PESO DE LA HISTORIA
A pesar del optimismo, los Cowboys saben que los ajustes de pretemporada no garantizan un boleto al Super Bowl. Prescott, quien ha liderado al equipo a varias campañas sólidas pero sin éxito en postemporada, enfrenta la presión de romper con una sequía de títulos que pesa sobre la franquicia desde 1995.
El quarterback, sin embargo, mantiene la calma y la perspectiva. Su enfoque está en el presente, en liderar a un equipo renovado y en superar los obstáculos de una división competitiva. Si logra llevar a Dallas a la cima, habrá tiempo de sobra para reflexionar sobre lo que significa para su legado.
Por ahora, Prescott y los Cowboys tienen una sola misión: el Super Bowl. Y en una ciudad en la que las expectativas son tan grandes como la estrella en el casco, el camino hacia la gloria comienza ahora.

Reuters 


