Elección judicial: crónica de un fraude

Elección judicial plagada de irregularidades: 87M no votaron, acordeones masivos y 5 consejeros pidieron invalidarla


Juan Ortiz

La sesión del Consejo General del INE para validar la elección judicial fue lo que prometía: histórica. Pero no por su legitimidad, sino, por lo contrario. Lo que vivimos fue una crónica de un fraude disfrazado de rito democrático.

CONTRADICCIONES

Más de 87 millones de mexicanos no votaron, uno de cada cinco votos fue nulo, y los ganadores coinciden palabra por palabra con los famosos acordeones. Cinco consejeros pedían no validarla. ¿Y por qué? Por la gran cantidad de irregularidades en el proceso y el día de la elección. Pero a pesar de la gravedad, el INE entregó constancias de mayoría a las y los nuevos ministros y ministras.

Fue una sesión que retó los cimientos de lo que entendemos por elección. Por más de tres horas se lanzaron acusaciones serias: casillas con más votos que votantes registrados, paquetes robados, boletas sin doblez oficial aún contabilizadas, coacción, y la repartición masiva de acordeones antes y durante la jornada electoral.

Sin embargo, seis consejeros electorales ignoraron todo eso y votaron por validar la elección. Cinco consejeros emitieron el voto en contra. El resultado: constancias para nueve personas, incluida una presidencia (Hugo Aguilar Ortiz), que afirma haber ganado por la voluntad colectiva, no con acordeones.

LOS DATOS

Los consejeros disidentes identificaron 37 tipos distintos de acordeón. En 19 mil 336 casillas23 % del total– triunfaron las nueve candidaturas promovidas en uno de esos acordeones. En el 61.7 % de las casillas, entre seis y nueve de esas candidaturas ganaron. No fueron coincidencias: fue una operación política de escala nacional.

Los consejeros describieron el regreso de prácticas que creíamos superadas. Jaime Rivera afirmó que fue como “un viaje al pasado”, condenando conductas como “casillas zapato”, “boletas planchadas” y “ratón loco”. Dania Ravel calificó las irregularidades de “gravísimas” y aseguró que no hacer nada sería mandar el mensaje de que no habrá consecuencias.

Claudia Zavala recordó el financiamiento detrás de esto: una operación organizada, posiblemente respaldada con recursos opacos. Mientras tanto, Arturo Castillo propuso no declarar la validez y sólo cuatro lo secundaron: Dania Ravel, Jaime Rivera, Martín Faz y Claudia Zavala.

Guadalupe Taddei, presidenta del INE, defendió el proceso: “No permitiremos que 818 casillas manchen el trabajo de más de 80 mil”. Insistió en que hubo limpieza, responsabilidad y un proceso excelente. Su postura fue respaldada por otros consejeros. Y eso fue justo lo necesario para aprobar la validez.

LEGITIMIDAD

‘A mí nadie me puso’, declaró Hugo Aguilar, ahora presidente electo de la Corte, afirmando haber ganado por convicción ciudadana. Pero los números no apoyan esa historia: el nuevo Poder Judicial es producto de una operación impulsada por el partido en el poder.

Este nuevo Poder Judicial nace sin confianza, nace con sospecha. Un poder que surge de una operación política dirigida, no de la ciudadanía.

Y hoy enfrentamos este dilema: ¿normalizamos un Poder Judicial nacido de la trampa, pero ahora legalmente constituido? ¿O exigimos un reseteo real, con credibilidad y procesos limpios? La evidencia está ahí. Pero seis consejeros electorales prefirieron validar y no meterse en problemas.

Este proceso electoral nos muestra lo que pasa cuando dejamos que el poder se defina por las estructuras partidistas y no por la voz ciudadana. Este Poder Judicial puede iniciar en septiembre, pero su mandato ya está marcado por ilegitimidad.

EL DATO INCÓMODO

La promesa de salud tipo Dinamarca acabó en farmacias privadas. Una investigación de Nayeli Roldán reveló que sólo en 2023 se abrieron más de 9 mil, el mayor registro en 23 años. Entre los más pobres, cayó la atención pública y subió 54 % su gasto en salud. La atención se privatizó, pero sin decirlo.