PAMPLONA.– La cuarta corrida de San Fermín tuvo más oficio que brillo. Frente a un encierro de Victoriano del Río que ofreció escaso fondo y pocas opciones reales de lucimiento, los matadores Sebastián Castella, Emilio de Justo y Borja Jiménez sostuvieron la tarde desde la entrega, la técnica y la paciencia. En ese contexto, Emilio de Justo logró lo más importante: cortar una oreja que marcó el único triunfo del día.
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Castella volvió a demostrar su dominio en terrenos difíciles. Su primero exigió temple y firmeza; encontró el acople sobre el pitón izquierdo, pero la estocada defectuosa le cerró la puerta del premio. El cuarto, de mejor condición, permitió una faena de estructura cuidada y momentos de toreo ligado y ajustado. El francés supo darle sitio y tiempo, pero de nuevo la espada fue un obstáculo insalvable.
Borja Jiménez comenzó su tarde con energía. Recibió de rodillas al tercero, lo llevó largo en los primeros compases, pero la faena se fue diluyendo a medida que la embestida perdía intensidad. Con el sexto, volvió a mostrar determinación ante un toro irregular en su recorrido. Hubo voluntad y pasajes de buen gusto, aunque sin posibilidad de armar una faena de peso.
La tarde, sin embargo, tuvo un nombre propio: Emilio de Justo. Ante el segundo, firmó una faena seria, medida y de trazo limpio. No hubo alardes, pero sí colocación, temple y una estocada contundente que le valió la oreja. Fue un triunfo claro y merecido en una corrida donde nada fue fácil. En el quinto, el toro se fue a menos y la faena, aunque cuidada, no encontró continuidad.
En una tarde sin grandes argumentos desde el lado ganadero, fue el torero extremeño quien sostuvo el pulso artístico del festejo. Cortó la única oreja y se llevó la satisfacción de haber hecho lo que se esperaba de él: estar por encima de las circunstancias.
Plaza de toros de Pamplona (Navarra). Sexto festejo de la Feria de San Fermín 2025. Lleno en los tendidos. Toros de Victoriano del Río, desiguales de presentación y hechuras. Destacaron en tipo primero, segundo y cuarto.
- Sebastián Castella, silencio tras aviso y ovación tras dos avisos.
- Emilio de Justo, oreja y ovación.
- Borja Jiménez, silencio tras aviso y silencio tras aviso.

Foto: Cortesía 







