En el presupuesto, las prioridades

JAVIER OLIVA POSADA Incluso en los gastos familiares, a las necesidades, proyectos, enfermedades, educación, evidencian lo que es prioritario, urgente y menos importante o superfluo. Saber administrar los ingresos y gastos domésticos, implica a su vez disciplina. Pues bien, es difícil encontrar una justificación seria, más allá que la inmediatez de las elecciones del próximo

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JAVIER OLIVA POSADA

Incluso en los gastos familiares, a las necesidades, proyectos, enfermedades, educación, evidencian lo que es prioritario, urgente y menos importante o superfluo. Saber administrar los ingresos y gastos domésticos, implica a su vez disciplina. Pues bien, es difícil encontrar una justificación seria, más allá que la inmediatez de las elecciones del próximo año, en lo que el oficialismo legislativo aprobó como los presupuestos de ingresos y egresos.

Más inexplicable, es que no haya habido una sola consideración, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, para asignar una inversión extraordinaria a los municipios de Guerrero, arrasados por el huracán “Otis”. Tal como lo apunté en la anterior entrega, ese tipo de fenómenos meteorológicos, de origen, no se pueden considerar como afectaciones a la Seguridad Interior, pero su mala e ineficiente gestión, sí qué puede generar una crisis de estabilidad política y social, como ya se percibe en Acapulco. Y ese proceso de ninguna forma se puede contener o administrar con discursos o campañas mediáticas.

Han comenzado a manifestarse enfermedades en Acapulco, debido a las malas gestiones municipales y estatales, para la recolección de basura y acomodo de los escombros. Desde luego, que con el personal local con el que se cuenta es muy poco, habida cuenta de que ellos mismos deben gestionar sus problemas y afectaciones familiares y habitacionales. Sin presupuesto adicional o extraordinario, ni se puede contratar o recibir el apoyo de instancias federales. De forma gradual pero consistente, avanzamos a una situación crítica y que desde un principio, pudo haberse atendido y evitado. De ninguna manera hay o puede haber una explicación, ante las evidencias de la ineptitud legislativa. No se tratan de decisiones equivocadas. Son decisiones que llevan la intención de ocupar los recursos y presupuesto, en acciones dirigidas al clientelismo electoral…que poco frecuente que reditúe en las metas, números y porcentajes de votos. Así lo evidencia la historia.

Debemos darle seguimiento a la forma en que se opera el auxilio a la población, en donde como de costumbre, las Fuerzas Armadas, son las desde las primeras horas, el principal institución con la que cuenta el Estado mexicano, para atender el colapso. Pero no pueden ni deben, hacerse responsables de la totalidad de las acciones. Por eso, las áreas de Gobernación, Seguridad Pública, Salud, Comunicaciones, entre las principales, habrán de enfrentar, no el juicio de la historia, sino de la reacción social, que ojalá y me equivoqué, falta poco para que se manifieste.