Ya entrada la segunda mitad del año, la economía mexicana mantiene señales, no de recesión, pero sí de estancamiento, aunque revisó el crecimiento de la economía al concluir 2025 de 0.1% a 0.4%, aseveró el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
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Lo anterior, porque con base en los resultados del mes de agosto, los Indicadores IMEF Manufacturero y No Manufacturero ofrecen señales de estancamiento económico, pues el Indicador Manufacturero subió apenas 0.3 puntos para ubicarse en 45.6 unidades, permaneciendo en zona de contracción por décimo séptimo mes consecutivo.
Mientras que el Indicador No Manufacturero se situó en 49.9 unidades tras un avance de 0.6 puntos, con una tendencia-ciclo que continúa por debajo de 50, lo que sugiere que la mejora no es todavía direccional.
El IMEF informó que, de esta forma, ambos sectores se mantienen en niveles históricamente bajos y, aunque el sector terciario, el de los servicios muestra una recuperación incipiente, la industria manufacturera sigue anclada en una trayectoria descendente, lo que advierte una débil tracción económica en el tercer trimestre del año.
Los integrantes del Indicador IMEF no dejaron de discutir que la actividad económica sorprendió al alza en la primera mitad del año, al crecer 0.27% y 0.64%, respectivamente, en el primer y segundo trimestre.
“Esto ha llevado a una revisión al alza en las expectativas de crecimiento para el año, de 0.1% que mostraba el consenso medido mediante la Encuesta Mensual de Expectativas del IMEF en mayo, a 0.4% en la Encuesta de agosto. De igual manera, la proyección para el año del Banco de México se revisó de 0.1% en su primer Informe Trimestral a 0.6% en su segundo Informe dado a conocer el viernes, 29 de agosto.
“No obstante, las trayectorias para la manufactura y no manufactura de los Indicadores IMEF permanecen en territorio de contracción, mandando una señal de que nos encontramos entre la atonía y el estancamiento.
Por lo anterior, y ante la pregunta de cómo es que hay una mejoría de las expectativas ante la señal resultado del Indicador IMEF, el Comité del Indicador IMEF discutió la evolución de un conjunto de determinantes de la actividad económica, como la inversión privada ante un ambiente de gran incertidumbre, el consumo de los hogares ante la disminución de las remesas y el estancamiento del empleo, y las exportaciones manufactureras ante la amenaza de mayores aranceles.
En ese sentido, “encontró que los indicadores IMEF están anticipando un crecimiento muy cercano a cero en la segunda mitad del año, que promediado con las tasas observadas en los dos primeros trimestres del año, es consistente con los números arrojados por las encuestas”.
Además de que, “buena parte del dinamismo sorpresivo de la primera mitad del año provino de exportaciones adelantadas a la imposición de aranceles, que no se espera en la segunda mitad”, subrayó el Comité.
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Y ante las posibilidades de que si la atonía esperada en la segunda mitad del año será suficiente o no para inducir a la inflación subyacente a la baja en línea con las proyecciones presentadas por el Banco de México, la mayoría de los integrantes del Comité opinó que el riesgo más grande en torno a la evolución de la inflación es la persistencia de presiones inflacionarias en el sector de servicios, en donde lo que más preocupa es el incremento continuo en los precios de los servicios alimenticios.
Por lo que la mayoría consideró que sería recomendable que el Banco de México tomara una actitud de mayor cautela en sus decisiones de política monetaria para asegurar la convergencia de la inflación a su meta.

Foto: Cuartoscuro 


