AIDA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

No será sino hasta finales de mayo o principios de junio cuando se pueda abrir a los usuarios la primera parte de la renovada Línea 1 de Metro que correrá desde Pantitlán, pero la renovación fue desde Zaragoza a Isabel La Católica.

Durante la “entrega” de la obra civil, tras siete meses de trabajos, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo dijo que ésta “se entrega en tiempo y forma”, y que ahora ingresarán los 10 nuevos trenes NM16, que ya se habían adquirido y a los que se les hizo adecuación de software, para el inicio de pruebas que se complementa con cableado de algunos sistemas que están por colocarse.

Desde la estación Zaragoza, recordó que esta obra, con un costo financiado de 37 mil millones de pesos, para que fuera totalmente transparente, se hizo una licitación internacional en 2020, asesorada por la agencia de proyectos de Naciones Unidas (UNOPS), ganando un consorcio de empresas con sede en China y otras 24 de origen español, francés, mexicano, alemán.

Sheinbaum Pardo no dejó de recordar que su administración sí está invirtiendo en el Sistema de Transporte Colectivo con el proyecto Metro energía con un costo de cuatro mil 500 millones de pesos, en el nuevo Centro de Control con 500 millones de pesos, y en la renovación de la Línea 1 del Metro, que tiene 53 años de servicio; además de que se han acelerado los procesos de compra de refacciones y herramientas para que el resto de las líneas funcionen de manera adecuada.

En tanto, Guillermo Calderón Aguilera, director general del STC Metro, aseguró que este miércoles inician las pruebas de conexiones, ajustes, verificación de instalaciones fijas, y en dos semanas ingresará el primer tren para verificar trazo, asentamiento de vía, entre otros, para que en próximas fechas ingresen dos trenes más para hacer las pruebas de comunicación, pilotaje automático –que también se cambió- y antenas, y hacia el final se harán pruebas con 10 trenes al vacío, lo que permitirá que se lleve a cabo una verificación que asegure la fiabilidad y seguridad de la Línea 1.

Recordó que la Línea 1 ya había superado en 13 años su vida útil, por lo que todos sus componentes presentaban un mayor desgaste y tenían que ser cambiados en su totalidad, como el balasto, las barras guía, las vías, los durmientes, y sistemas de comunicación y pilotaje, para los cuales ya no habían piezas para su sustitución.