MARTÍN AVILÉS

Foto: Martín Avilés

Aída Román tomó el micrófono y respiró profundo en un intento por secar sus cristalizados ojos, pero su voz se quebró. Ahí estaban María José Alcalá, Carlos Mercenario y Luis Niño de Rivera —otros mitos del deporte mexicano— para arroparla mientras una marejada de aplausos se convertía en la mejor sinfonía para los oídos de la mujer cuya resiliencia la convirtió en el paradigma del tiro con arco en México, luego de una medalla de plata en Londres 2012 que le supo incluso mejor que el oro.

Nacida en la Ciudad de México, Aída Nabila Román Arroyo tuvo que batallar desde el momento en que decidió convertirse en artemisa, al no contar con el suficiente apoyo, debido a la poca visibilidad del que en ese entonces era un deporte poco reconocido en el país. Fueron décadas de una lucha que por fin ha rendido frutos, pues luego de 12 años de su proeza olímpica, las nuevas generaciones cada vez son más tomadas en cuenta gracias a esa icónica imagen de la arquera entregando su máximo hasta en la última flecha.

“Perdón, la emoción. Siento que llevo ya algún tiempo, voy por mi quinto proceso olímpico. Estoy con muchas ganas pero también con mucha emoción. Me da mucha alegría ver que empresas se sumen, de verdad lo valoramos muchísimo, puedo decir que en 2023 sentí que era un año muy crítico pero el equipo de México pudo conseguir en el primer evento más importante, en el Campeonato del Mundo, se consiguió ese lugar, con favoritas como Corea del Sur, China o China Taipei. Pudimos lograrlo”, dijo aún con la voz entrecortada en la presentación de Banco Azteca como patrocinador.

Fue en el Campeonato Mundial de Tiro con Arco de Berlín 2023 cuando México obtuvo tres plazas individuales y una en equipo femenil para París 2024, uno de los tantos eventos donde ha participado y ha atestiguado las injusticias que viven los atletas al no contar con respaldo financiero para poder competir.

“Ver a compañeras que les han cerrado las puertas o que les han quitado los apoyos pero ahí están presentes, que traen todas las ganas del mundo, todas las vibras, actitud por un propósito, que son los Juegos Olímpicos. No solamente una clasificación, todos buscamos una medalla olímpica y estoy feliz porque todos queremos sumar para llegar bien a una pelea como Juegos Olímpicos y estoy muy satisfecha”, abundó.

La arquera de 35 años hay vivido un sinfín de experiencias y ha tirado casi tantas flechas como su corazón ha palpitado, sin embargo, para ella no hay un momento más emotivo como atleta que cuando se pone el uniforme con los colores nacionales y se dispone a competir.

“En 2023 abrir dos uniformes y ver que en Panamericanos más empresas se sumaron y dijeron ‘vayan por todo’. El día más bonito para mí cuando vas a aun evento es cuando abres tu uniforme, para mí es el día más bonito, es cuando lo abres y dices ‘esto es lo que me pondré, así voy a pelear por una medalla olímpica’. Para mí, esos momentos han sido súper bonitos”, confesó.

Los boletos conseguidos en Berlín para la próxima justa veraniega aún no tienen nombre, por lo que será a principios de este año cuando se defina a las representantes mexicanas.

“Nos entregaron el receso selectivo, el primero ya se hizo el filtro, de esos cinco, vamos a tirar en febrero para tener ocho y de esos ocho se sacarán seis y de esos seis, se sacan tres en marzo. Lo más importante de aquí a la primer clasificación olímpica por equipos que se disputará para los chicos, vamos a intentar apoyar al equipo varonil, bombardear lo más que se pueda para que saquen el primer lugar en el continental para así sacar la plaza y México pueda llevar dos”, compartió Román y reconoció que dentro del equipo, las tiradoras han trabajado mentalmente para asimilar la decisión que se tome sobre quién irá a París.

“Es algo que hemos hablado por dos años hablándolo en sesiones con psicólogos, que no importando quién este, será un buen resultado. Cualquiera de las chicas lo va a hacer bien porque tenemos una Ale Valencia que va por su cuarto ciclo olímpico, tenemos a una Mariana Avitia que es primera y es medallista olímpica, tenemos a Ana Paula Vázquez que ya fue a unos Juegos Olímpicos; la única que no ha ido a Juegos Olímpicos es Ángela por edad. A lo mejor en el orgullo o ego puede pegar pero la selección se ha encargado de tener un buen desempeño y una de las filosofías que hemos tomado es, quien vaya, será una excelente selección y un buen desempeño”, finalizó.