Cada Navidad, la estrella de Belén es recordada como uno de los símbolos más representativos del relato del nacimiento de Jesús. Más allá de su significado religioso, este fenómeno ha despertado durante siglos el interés de astrónomos, historiadores y científicos, quienes buscan determinar si tuvo un origen astronómico real.

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De acuerdo con información de Live Science, existen diversas hipótesis que intentan explicar qué pudo haber sido realmente la estrella que, según el Evangelio de Mateo, guió a los Reyes Magos hasta Belén. Estas teorías combinan registros históricos, observaciones astronómicas y análisis científicos.

Una de las explicaciones más debatidas señala que la estrella pudo haber sido una conjunción planetaria, especialmente entre Júpiter y Saturno o Júpiter y Venus. Este tipo de alineaciones, poco comunes y visualmente impactantes, pudieron haber sido interpretadas como señales extraordinarias por las civilizaciones antiguas.

Johannes Kepler y el análisis científico

El astrónomo Johannes Kepler fue uno de los primeros en estudiar esta posibilidad desde un enfoque matemático y astronómico, planteando que una serie de conjunciones podría explicar el fenómeno descrito en los textos bíblicos, aunque sin ofrecer una respuesta definitiva.

¿Una nova o supernova?

Otra hipótesis sugiere que la estrella de Belén pudo haber sido una nova o supernova, explosiones estelares capaces de generar un brillo intenso durante semanas o meses. Registros astronómicos chinos mencionan la aparición de “estrellas huéspedes” alrededor del año 5 a.C., lo que ha reforzado esta teoría entre algunos investigadores.

El cometa como posible explicación

En años recientes ha ganado fuerza la teoría de que se trató de un cometa. El científico planetario de la NASA, Mark Matney, analizó antiguos registros chinos que describen un cometa brillante visible por más de 70 días en el año 5 a.C., una duración y trayectoria que encajan mejor con la narrativa bíblica.

¿Fenómeno real o símbolo religioso?

Otros expertos señalan que un planeta extremadamente brillante, como Júpiter, pudo haber sido confundido con una estrella especial, ya que puede dominar el cielo nocturno durante meses.

Sin embargo, los especialistas coinciden en que ninguna explicación científica ha cerrado el debate. Para muchos académicos, la estrella de Belén podría ser una combinación de fenómenos astronómicos interpretados bajo el contexto cultural de la época, o incluso un símbolo con profundo significado teológico.