RITA MAGAÑA

Foto: Aracely Martínez

Niños que padecen alguna condición relacionada con la parálisis cerebral, que les impide ponerse de pie, como a David, podrán caminar por primera vez con la ayuda del exoesqueleto Atlas 2030, el primero en su tipo para tratamiento pediátrico que llega a México.

El dispositivo, que tiene la Asociación Pro Personas con Parálisis Cerebral (APAC), busca beneficiar a cientos de niños, quienes a través de esta tecnología podrán tener una oportunidad de vida para caminar por primera vez.

David, quien estuvo por años postrado en una silla de ruedas y usa una andadera, con el apoyo de un sofisticado exoesqueleto anexado a las piernas y parte del tórax, desafía los diagnósticos y se desplaza por la sala donde recibe terapia.

La sonrisa y emoción en el rostro del niño de 8 años revela los beneficios del virtuoso binomio formado entre la tecnología robótica y la medicina que le permite jugar.

En su cuarta sesión de terapia, al mando de Evelin Olvera, David se desplaza feliz por la sala de rehabilitación lanzando pelotas a todo el que se anima a jugar con él.

En entrevista con Ovaciones, Gabriela Molina, del patronato de la APAC, comentó que el exoesqueleto pediátrico se emplea en México desde hace apenas cuatro semanas, gracias a la gestión de esta organización de asistencia privada, fundada en 1970.

Señaló que esta nueva tecnología es procedente de España está valuado en unos 250 mil dólares, poco más de 5 millones de pesos, con el que en una primera etapa esperan atender a unos 200 niñas y niños con parálisis cerebral.

En su momento, la directora de la APAC, Guadalupe Maldonado, anticipó que la segunda semana de noviembre ya tendrán el segundo exoesqueleto en la ciudad de México, gracias a que justamente estamos viendo los resultados con los niños y queremos seguir trabajando y potencializando.

Explicó que cada niño tiene un objetivo trazado con el exoesqueleto a nivel de rehabilitación, para perfeccionar la marcha, movimientos en miembros superior e inferiores, a cada pequeño le sirve en diferentes aspectos del cuerpo.

Agregó que también les sirve a nivel pulmonar, sobre todo un notable subidón anímico, algo importante para los niños, respiratorio, gastrointestinal, “tiene muchas funciones, además de caminar y tener control de sus movimientos”.

A su vez, la terapeuta Evelin Olvera destacó que el exoesqueleto Atlas 2030 no sólo es un robot que mueve al niño de un sitio a otro, sino que le previene problemas de la enfermedad.

Mencionó que esta herramienta puede ser utilizada por menores de entre 2 años y medio y 11 años que padecen algún tipo de lesión medular, parálisis cerebral, atrofia muscular, distrofia muscular, miopatías y otras enfermedades neuromusculares.

David padece parálisis cerebral, que también le causó una sordera que lo obliga a comunicarse con lenguaje de señas, con el apoyo del exoesqueleto anexado a sus piernas y parte del tórax, el pequeño muestra una sonrisa triunfal, los brazos en alto y el sonido de su voz expresa su felicidad por moverse.

“Veo que a sus pies les da más fuerza y tiene una mejoría en el caminar, está dando sus primeros pasos, eso es una alegría para él, está muy contento y por supuesto para mí”, relató Guadalupe Cardoso, su madre, quien habla de los progresos de David usando el exoesqueleto.

Esta es su cuarta sesión de terapia de rehabilitación “neurorobótica” del pequeño de 8 años con el dispositivo que le permite pararse y caminar sin necesidad de un andador o del brazo de sus padres.

El trayecto de casi dos horas desde su casa en la alcaldía Tláhuac, al sur de Ciudad de México, hasta su terapia en la Colonia Doctores, al centro, queda totalmente justificado, aseguró Guadalupe.

Guadalupe Maldonado, directora de la APAC, destacó el hecho de que la ventaja del robot es que ayuda en un tiempo récord a conseguir objetivos en rehabilitación que tardarían meses en lograrse con terapias convencionales.