A partir del 16 de julio concluyen las clases del presente ciclo escolar, por lo que en el nivel de educación básica ya iniciaron los preparativos para los festivales de fin de curso y graduaciones, que representan “un alivio, un tanque de oxígeno, para los negocios de menor tamaño, ya que podrían reportar incrementos de ventas de hasta 60 por ciento”.

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Así lo estimó la organización Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio y la Empresa Familiar (ConComercio), que encabeza Gerardo López Becerra, quien señaló que la festividad que ocurre con los chicos que concluyen su etapa a nivel preescolar, primaria, secundaria, preparatoria y universitario “es motivo justamente de una mayor activación en los giros que tienen como columna vertebral las celebraciones y las festividades”.

Datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), señalan que en tres semanas termina el ciclo escolar 2023-2024 para más de 24 millones de alumnos de escuelas públicas y particulares de preescolar, primaria y secundaria en México, y para más de 10 millones en el caso de alumnos de educación media superior y superior.

Gerardo López explicó que el impacto económico es diverso, condicionado por el nivel escolar, pues para el caso de educación básica, hay mayor demanda en telas para disfraces, artículos decorativos de foamy; juguetes o artículos electrónicos para los egresados, alimentos preparados y refrescos.

En el caso de alumnos del nivel medio superior y superior, el interés es diferente: anillos para los egresados, bebidas alcohólicas, renta de toga y birretes, venta de esmoquin y vestidos de noche; renta de salones de fiesta y/o limosina, servicios de fotografía, entre otros.

Recordó que, de manera recurrente los productos y servicios son adquiridos en canales de distribución cercanos a las escuelas, como las “tienditas de la esquina” y mercados públicos.

De ahí que estas celebraciones impactan de manera positiva a negocios pequeños de giros como preparación de alimentos, salones de belleza, barberías, joyerías, zapaterías, venta de ropa, decoración, abarrotes, entre otros, que experimentan aumentos en sus ventas de entre 40 y 60%, respecto a una temporada tradicional.