Los ojos de Gaby López se iluminan y su sonrisa se asoma inevitablemente cada vez que recuerda el momento en que se puso una corona de flores y ondeó la Bandera de México por los cielos de Tokio. Era la época en que la pandemia recrudecía y debía ocultar la mitad de su rostro detrás de un cubrebocas. Pero ni el momento más álgido en la historia moderna de la humanidad pudo quitarle ese instante glorioso en que valió la pena cada sacrificio realizado para convertirse en abanderada en los Juegos Olímpicos de 2020.
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De pequeña, soñaba con formar parte de la escolta, pero sus notas no le alcanzaron para lograrlo. Fue entonces que a los 13 años decidió seguir los pasos de Lorena Ochoa —quien era su ídolo e inspiración— hasta erigirse como la mejor golfista de su generación y cumplir ese sueño de portar el lábaro patrio. Pero no en la escuela, sino en el máximo escenario deportivo mundial.
“Para mí, representar a México en los Juegos Olímpicos es el honor máximo. Haber llevado la Bandera de México en Tokio 2020 fue un regalo en mi carrera, dedicado a las incansables y las interminables horas de esfuerzo. Entonces, definitivamente lo que es unos Juegos Olímpicos representar a México, es el highlight de mi carrera”, dice en charla con OVACIONES, durante la presentación oficial del 17º Torneo de Golf Aeroméxico.
Con 31 años, actualmente es la mejor latinoamericana del ranking mundial en el casillero 58. Acumula tres victorias durante su carrera en el tour de la LPGA y se ha embolsado más de 5.6 millones de dólares en ganancias de por vida. Pero todos esos logros no hubieran sido posibles de no haber cuidado minuciosamente su salud mental.
“Es súper importante para mí poder saber que Gaby está jugando un papel de golfista y no la golfista con un papel de mujer. Cuidar de mí es estar junto con mi familia, estar con mi esposo, estar en México, conectar con mis raíces y yo creo que lo demás llega solito. El hecho de enfocarse siempre en lo que pasa por dentro y no en lo que pasa por fuera”, asegura.
Según el estudio La prevalencia de problemas de salud mental en deportistas de élite de Science Direct, un promedio del 51.7 %, es decir, más de la mitad de los atletas, padecen problemas de salud mental en algún momento. Entre ellos, los síntomas de ansiedad y depresión son los más comunes. Por si fuera poco, las investigaciones muestran sistemáticamente una relación entre el género y los síntomas de salud mental en los atletas, con un mayor porcentaje de mujeres que experimentan estos problemas que sus homólogos masculinos.

“Una vez que llegas a cierto nivel en el golf o en el deporte profesional, se puede llegar a confundir lo que es ‘yo soy una mujer jugando un papel de golfista y no una golfista jugando un papel de mujer’. Lo principal es cuidar de la mujer primero. La parte deportiva obviamente es vital, pero si la mujer no está bien, la deportista no va a estar bien. Poder desarrollar esta relación conmigo y desarrollar la relación con el golf para que pueda ser mucho más fácil mi profesión. Realmente el golf es un deporte tan mental, tan emocional que necesitas estar bien”, dice Gaby al respecto.
A los 22 años, una juvenil Gaby López asistió a Río 2016, donde quedó empatada en el lugar 31 con dos golpes sobre par. Ese mismo año, había debutado como profesional, por lo que —sin duda— esa temporada fue la que marcó el rumbo de su trayectoria profesional. Y aquella jovencita que apenas comenzaba sus pinitos en las grandes ligas del golf 10 años atrás, hoy es una mujer que entendió con creces lo que debía hacer para trascender.
“Le diría (a la debutante Gaby) que no pare, que sigue adelante. Estoy muy orgullosa de todo el esfuerzo y las incansables horas de trabajo que hemos puesto detrás”, dice conmovida la abanderada de la delegación tricolor en 2020, cuando culminó en el casillero 38; mientras que su mejor actuación olímpica hasta el momento, la obtuvo recién hace un año en París 2024, cuando quedó en el lugar 29.
María Gabriela López Butrón (9 de noviembre de 1993), forma parte de una generación dorada de atletas mexicanas que ha reivindicado el poder femenino en el deporte nacional. Junto a nombres como el de Diana Flores y la Selección Mexicana Femenil de Flag Football, Prisca Awiti en judo; Alejandra Valencia, Ángela Ruiz y Ana Paula Vázquez; y más recientemente Maya Becerra en tiro con arco, cada vez son más las mujeres que dan la cara por México.
“Definitivamente es increíble lo que todas mis compañeras han logrado. Yo les tengo muchísima admiración, mucho respeto, porque sé lo difícil que es sobresalir en un deporte y ellas lo han hecho incansablemente año tras año. Entonces, les aplaudo y las admiro mucho”, comparte López, quien reconoce que de no haber sido por Lorena Ochoa, el golf femenino seguiría siendo poco valorado en el país.
“No, definitivamente. El golf sí ha sido un deporte donde, si bien los hombres han sido un referente más grande, desde que llegó Lorena (Ochoa) a México y a ser la mejor en el mundo, cambió todo. Entonces, afortunadamente yo nunca he tenido esta parte donde las mujeres en el golf en México no pintan. Yo creo que es justamente lo contrario. Una figura como ella fue la que abrió las puertas. Yo me inspiré en ella desde que tengo 13 años y estoy súper agradecida con todo lo que he aprendido como mujer y como golfista”, añade.
Pero a diferencia de su ídolo Lorena Ochoa, quien se retiró del golf profesional en 2010 cuando apenas tenía 28 años de edad y estaba en la cima de su carrera como la número uno del mundo, Gaby se ve muchos años en el deporte. Pues aún tiene muchas metas por alcanzar, como ya ha hecho en más de una década en los mejores campos del mundo.
“Sí, yo tengo todavía años que quiero competir en la LPGA. Quiero ser recordada como alguien que puede regresarle al golf lo que le debo. Poder acercarte a los niños y a las niñas de una manera mucho más tangible, algo mucho más directo para poder decirles que si yo pude, ellos pueden. La verdad es que no es tan difícil o tan lejos como parece”, finaliza.


Foto: Aracely Martínez | Ovaciones 


