¿George Pickens o DK Metcalf? Cowboys se benefician del error de los Steelers

Los Steelers invirtieron 150 millones en DK Metcalf y dejaron ir a George Pickens, quien ahora brilla como figura All-Pro en Dallas



Foto: Reuters

La decisión de los Pittsburgh Steelers de invertir 150 millones de dólares en cinco años por el receptor DK Metcalf mientras dejaban escapar a George Pickens, se ha convertido en un tema de intenso escrutinio en la NFL. El movimiento ha reflejado profundas problemáticas en la gestión del seis veces ganador del Super Bowl, toda vez que 10 juegos después del polémico intercambio, los números revelan una realidad incómoda, pues mientras el receptor egresado de Georgia brilla en Dallas Cowboys, la franquicia acerera podría haber cometido un error histórico al subestimar su talento.

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Metcalf, adquirido de los Seattle Seahawks a cambio de una selección de segunda ronda del Draft, ha registrado estadísticas modestas considerando su contrato millonario, con 37 recepciones, 551 yardas y cinco touchdowns en 10 encuentros. Estas cifras se traducen en promedios de 3.7 atrapes y 55.1 yardas por partido, rendimiento que contrasta dramáticamente con el explosivo desempeño de Pickens en Dallas.

El receptor que Pittsburgh decidió traspasar a los Cowboys está en el pico más alto de su carrera, al vivir su mejor temporada profesional con 58 recepciones, 908 yardas y siete touchdowns, que lo colocan entre los líderes de la NFL en yardas de recepción y anotaciones. Su transformación en Dallas ha sido notable, al ocupar actualmente el primer lugar en EPA de recepción total generado y convertirse en candidato al equipo All-Pro.

La explicación de esta disparidad parece residir en el contexto ofensivo más que en el talento individual. Mientras Pickens se beneficia de la asociación con Dak Prescott —un mariscal que lidera una ofensiva diversa y agresiva—, Metcalf lucha por encontrar su lugar en un esquema de Pittsburgh que históricamente ha evitado los pases por el centro del campo.

Aaron Rodgers, a sus 41 años, presenta el segundo porcentaje más bajo de la liga en pases por la zona intermedia con 12.8%, y solo intenta pases largos en el 10.4% de sus oportunidades. La incompatibilidad sistémica se hace evidente al analizar las tendencias de uso: Pickens ha corrido 149 rutas como receptor aislado o del lado débil —la mayor cantidad en la liga—, mientras Metcalf ocupa el noveno lugar en esa misma estadística pero dentro de un ataque con mucho menos volumen de pases.

El debate sobre qué receptor es superior parece tener una respuesta cada vez más clara en el campo, aunque la gestión de Pittsburgh sugirió inicialmente que veían en Metcalf un potencial por desarrollar. Si bien el exjugador de Seahawks lidera la liga en yardas después de la recepción, su producción general parece no justificar la inversión masiva que los Steelers realizaron.

La situación expone fallas estructurales en la evaluación de talento y construcción de plantilla de Pittsburgh. La decisión de cambiar a Pickens, sumada a la falta de adquisiciones adicionales en la posición durante la pretemporada, ha dejado a Metcalf como blanco único de las defensivas rivales, con Calvin Austin III y Roman Wilson como opciones insuficientes para aliviar la presión.

El caso Pickens-Metcalf plantea interrogantes fundamentales sobre la capacidad de la organización para maximizar el talento ofensivo y adaptarse a las demandas del fútbol americano moderno. Mientras Dallas disfruta de una versión All-Pro de Pickens, los Steelers cargan con una inversión que hasta ahora no rinde frutos.