Gertz Manero, el exiliado

Alejandro Gertz renuncia como fiscal general, en un aparente exilio diplomático tras filtraciones que afectaron al círculo de Sheinbaum.


Juan Ortiz

Alejandro Gertz Manero envió una carta al Senado para anunciar que renunció al cargo de fiscal general de la República. Su motivo: fue propuesto por Sheinbaum como embajador en un “país amigo”.

La versión oficial dice que es un premio diplomático. Pero todo apunta a lo contrario. Es un exilio. Un movimiento de esos que en el PRI del siglo pasado usaban para quitar a personajes incómodos sin hacer ruido.

Pero la verdad es que Gertz no se va por salud ni por premios diplomáticos. Se va por filtraciones. Varias carpetas que golpearon al círculo cercano del poder de Sheinbaum y que hicieron imposible sostenerlo por más tiempo.

EL FISCAL PROTEGIDO

Gertz llegó a la FGR en 2019 con el respaldo total de López Obrador. Fue presentado como el fiscal autónomo que acabaría con la corrupción del pasado. AMLO dijo que era un hombre “recto” y le tuvo confianza incluso después de cada escándalo. Y hubo muchos.

Lozoya. Ayotzinapa. Cienfuegos. Científicos del Conacyt. Alejandra Cuevas. La Universidad de las Américas Puebla. Rosario Robles. El caso Scherer. La lista de derrotas y abusos es larga. Pero nada de eso puso en riesgo su puesto.

Cuando la Corte exhibió cómo usó la Fiscalía para meter a la cárcel a Alejandra Cuevas, hija de su cuñada, por un delito inexistente, AMLO lo defendió. Cuando se supo que había cabildeado con ministros de la Corte para sus casos personales, también lo defendió.

Y Sheinbaum siguió la misma línea. Durante su primer año en la Presidencia, respaldó sus decisiones y justificó la exoneración exprés de Cienfuegos. Gertz era parte del proyecto. Hasta que dejó de serlo.

LOS EXPEDIENTES NEGROS

Desde hace unos meses, la FGR comenzó a tomar decisiones incómodas. Dos investigaciones se filtraron a la prensa y exhibieron algo que este gobierno no tolera bien. Sus propias incongruencias.

La primera reveló corrupción en la Marina. Una red de huachicol fiscal operada desde aduanas portuarias y ligada a mandos vinculados al almirante Rafael Ojeda. La investigación incluía el asesinato de un contralmirante que denunció la red. Reforma y El País publicaron partes del expediente. Era dinamita pura.

La segunda fue el caso de Raúl Rocha Cantú, el empresario dueño de Miss Universo. La carpeta que se filtró mostraba una red de huachicol y tráfico de armas con contactos políticos en varios estados gobernados por Morena. Aparecieron fotos con altos funcionarios.

Y Rocha resolvió su orden de aprehensión convirtiéndose de repente en “testigo colaborador”. La historia explotó en Latinus. Después de eso, Gertz se volvió un riesgo.

EXILIO A LA ANTIGUA

La renuncia disfrazada de “nombramiento diplomático” recuerda a los viejos tiempos del PRI. Si algo incomodaba, lo mandaban lejos.

Sheinbaum dijo que recibió una carta misteriosa del Senado. Adán Augusto llegó a Palacio un día antes. Ayer el Senado convocó sesión para dar trámite. La salida estaba decidida.

El proceso legal de removerlo era engorroso. Mejor pactar una renuncia. Más limpio. Más rápido. Más útil.

¿Quién llega? Suena Ernestina Godoy, leal a Claudia Sheinbaum. Pero carga con un historial de persecución y espionaje. Tampoco garantiza autonomía real.

Pero ojo. El Senado es quien lleva mano para decidir quién ocupa el cargo de fiscal general. Y quien lo domina es Adán Augusto. La segunda parte de esta historia apenas comienza.

EL DATO INCÓMODO

Mientras el campo protesta, las harineras pagan el maíz blanco a menos de un tercio de lo que venden la harina. La extinta Cofece ya lo dijo: no hay competencia real. Pero el gobierno federal decide mirar a otro lado mientras empresas como Minsa y Maseca dictan precios desventajosos.